Mi Gardenia [Bakudeku] [katsudeku] (Reescribiendo)

Rebelión

Hace 3 años, antes de la coronación de Katsuki

Una noche fría, el cielo en su punto más oscuro, Katsuki se encontraba en sus aposentos, durmiendo para estar bien descansado puesto que en unos días sería su coronación para ser oficialmente Sultán.

Se escucho un golpe de seco abrir las puertas de su habitación, los instintos de Katsuki lo hicieron abrí los ojos y empuñar la daga que estaba bajo su almohada — siempre la tenía ahí por protección — y apunto al ser que comenzaba entrar.

Pero quién entro era su madre, con los ojos bien abiertos y el cabello suelto — Apresúrate, debemos ir a la torre _ susurro desesperada, tomo por el brazo a su hijo tratando de jalarlo.

Katsuki se sentó al ras de su cama : — ¿Que sucede? — trato de buscar sus zapatos pero no los encontro.

Mitsuki comenzaba a jugar con sus dedos : — La tribu de Shigaraki entro al castillo. — de fondo se comenzaron a escuchar pasos muy pesados.

Katsuki busco de bajo de su almohada y saco su daga : — Tu ve a la torre, yo iré por Adelet e Ayze. — se coloco un cinturón y guardo la daga en la vaina.

Mitsuki apretó la mandíbula : — No puedes arriesgarte tanto por- _ Katsuki la interrumpió.

— Son mi familia. — sin decir más salió por las puertas, pues estaba más que confiado que su madre podía deshacerse de cualquiera.

Camino rápido pero ligero, los bárbaro son lo que llamarías fuerza bruta — más bruta que nada— son gente que solo vive para matar, en campos, gente no civilizada.

Pero Katsuki fue entrenado desde que aprendió a caminar, en cuanto se encontraba con alguien clavaba su daga en la yugular - cuello- para darle una muerte rápida y silenciosa

Pero llegó tarde.

Se asomó un poco por la puerta de roble, su hermana estaba sentada en el suelo, con sangre en su rostro, la sultana Ayze tirada en el suelo y un hombre cubierto por una capa frente a ellas, un hombre más estaba tirado a un lado

De un solo moviendo Katsuki se abalanzo sobre el hombre de pie que ni pudo reaccionar, clavo su daga en el cuello, sostuvo al hombre y lo puso suavemente en el suelo.

Los pupilas de Adelet temblaban, su cabello suelto estaba tapando un poco su rostro: — Mamá.. ¡M-! — Estuvo a punto de gritar cuando Katsuki tapo su boca.

— Ahora no. — la cargo sobre su espalda, la sultana no hizo ninguna propuesta y se quedó callada.

Fue corriendo hacia el punto más alto del palacio, la torre , un punto seguro hecho de obsidiana y roca con un único acceso; unas puertas de madera oscura con manijas de plata.

En cuanto entro vio a su madre ya de pie caminando de un lado a otro : - ¡Mi cachorro! - grito y corrió hacia su hijo, lo abrazo y beso su rostro.

El se dejó abrazar para luego colocar a su hermana en el suelo, su mirada estaba perdida, con mechones de cabello frente a ella.

Katsuki se agachó : - No te preocupes, tu hermano mayor está aquí. - beso su frente y se puso de pie.

Se dirigió a la puerta, por el tiempo que había pasado, y los gritos estaba seguro que Kirishima ya estaría en acción.

Se empezaban a escuchar choques de espada, gritos y risas, la Sultana Mitsuki y la sultana Adelet se quedaron juntas en la torre.

Por la única ventana - si así podía llamarse, pues era un punto donde faltaba una roca- se veía que el día ya comenzaba a asomarse.

Unos pasos se escucharon acercarse, Mitsuki se acercó a la puerta, era su cachorro, estaba herido y muy sudado, pero vivo a fin de cuentas.

Mitsuki fue directo a el a abrazarlo : - ¡Mi león! - lo abrazo hundiendo su cabeza en su pecho.

Adelet todavía no podía creer nada de lo que había pasado, aún tenía la sangre de su madre en su rostro

Katsuki se acerco a ella y con su capa trataba de limpiar un poco aquella sangre

- Nadie jamás te hará daño, no mientras yo viva, le cortaré la cabeza a cualquiera que te haga derramar una lágrima.

Adelet solto a llorar abrazando a su hermano

Al día siguiente todos trabajaban arduamente limpiando el castillo y arreglando a la sultana y princesa, repartieron oro y dulces por todo el reino, todo el pueblo celebraba la coronación del nuevo sultán

Por todos lados, en el reino las mujeres y hombres bailaban dando diversos cantos, los de la nobleza se dirigían al castillo para la celebración.

Todos exepto una persona, Adelet, quien a fin de cuentas termino aceptando, y junto a Mitsuki estaba mirando en uno de los palcos la juramentación de Katsuki como nuevo sultán de Sanshiti.

Sultán Bakugo Katsuki II, sultán de Sanshiti

Se les da el nombre oficial una vez reciban la corona.