𝙵𝚒𝚗

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Último capítulo, gracias
por llegar hasta aquí
<3

Al escuchar la voz de su pecoso se dirigió a él con pasos temblorosos, ya no lo podía ver pero trataba de seguir el camino de su voz.

— Deku.. — lo llamo entre susurros.

Sus piernas ya no respondían y tambaleo, estuvo a punto de caer pero Uraraka lo detuvo.

— Kacchan ! — grito corriendo hacia el.

— Dónde.. dónde estás.. — movió su cabeza tratando de encontrarlo.

Izuku tomó su mano y la llevo a su rostro.

— Estoy aquí. — dijo con una voz calida.

Katsuki solo dejo ver una sonrisa ligera, una sonrisa verdadera.

— Cargarlo. — Le propuso Izuku, extendiendo sus brazos.

No mostraba alguna inquietud a pesar de ver a Katsuki con los ojos casi blancos, ojos que ya no podían distinguir la luz o la oscuridad, su cara un tanto demacrada, pero Izuku aún tenía un un aura tranquila.

— No.. — suspiro— estoy.. contaminado.. — su respiración estaba agitada, con un hilo de sangre saliendo por su boca.

El sonido del pequeño llanto del bebé hizo girar su cabeza, su corazón se hacía trizas al sentir como empezaba a perder la audición.

— Confia — dijo con una risita.

Katsuki extendió sus brazos con dificultad, el llanto del bebé ceso en cuanto llegó a sus brazos.

— Mi.. — acercó al bebé a su pecho— hijo.. mi- — sintió un hormiguero recorrer su piel, el niño puso su manito en el pecho de su padre, de sus heridas comenzó a salir vapor.

— Tarán ! — dijo con alegría Uraraka.

— Curación.. ? Pero el don.. el don no se presenta a los 5 años.. ? — pregunto Katsuki bajando la cabeza para poder porfin recobrar la mirada y ver a su hijo.

— Pues.. sus dones se presentaron ya en el útero.. — aumento Uraraka— puedo suponer que por eso Izuku no presento algún malestar, o alguna contusión cuando paso.. ya sabes.

Sus ojos volvieron a su tono zafiro.

— Igualito a mi.. — lo acurrucó en sus brazos.

— Lamentablemente. —Izuku cruzó sus brazos.

— Eso significa..

— No dejo cicatriz, por fortuna — Uraraka regaló una sonrisa.

Izuku extendió los brazos, quería volver a tener a su cachorro, Katsuki solo asintió con la cabeza y se lo entrego.

— Vamos. — Izuku frunció el ceño y comenzó a dirigirse al pueblo.

— Es peligroso, tu deberías irte. — Katsuki trato de detenerlo.

— Yo no soy el que estuvo a punto de morir. — osea si pero jamás se lo diría.

Katsuki lo siguió por detras, pero en cuanto llegaron a la entrada Katsuki tomó la espada que estaba tirada en el suelo, y se puso a la derecha de Izuku, Uraraka tomó su bastón pero no atacó.

El sol comenzaba a asomarse por las montañas, llegando casi a el Adarve.

Las personas cercanas se quedaron perplejas ante la imagen.

Un chico de cabellos verdes sostenía un bebé en sus brazos, cubierto por una capa roja, detrás de el el sultán caminaba únicamente cubierto por sus pantalones, una hechicera con un bastos y al único de este una gran gema, caminando como si nada malo estuviese pasando.

Mi Gardenia [Bakudeku] [katsudeku] (Reescribiendo)Where stories live. Discover now