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Me senté en la cama y solté un suspiro oyendo la puerta abrirse junto a murmuros.

— buenos días. — Murmuró. — ¿Cómo te encuentras?

— oh... Bien, supongo... Quiero decir de que no tengo algún dolor.

— Excelente.— contestó anotando algo en su ficha médica. — has dormido durante dos días seguido y no he tenido la oportunidad de presentarme, soy el doctor Jay.

Le saludé con una pequeña sonrisa y miré la habitación con determinación.

— Sufriste una intoxicación por mezclados de alcohol y medicamentos pero podría haber Sido peor. — comentó el doctor.

— Fue con vitaminas... — Murmuré.

— Exacto, digamos que eso no afectó a niveles alto como debería haber sido — respondió.

Acaricié mi brazo con incomodidad y solté un suspiro.

— Aún así, hice un análisis mientras estabas sedada y puedo decirte que tu peso es más bajo de lo correspondiente, tienes una anemia regular y sufres de bulimia.

Stacey y Azumi se me quedaron viendo esperando una respuesta ante todo lo que decía el doctor.

Dejaré que tomes un poco de aire y volveré dentro de poco. — comentó el doctor sabiendo la situación.

Dejé que se fuera y una vez que se fue, decidí ser la primera en comentar algo.

— Quién trajo esas rosas blancas... — Murmuré tomando una.

— No... No lo sé pero, ¿No piensas decir algo?

— ¿No sabes? — pregunté.

— Ya estaban ahí cuando llegamos.

Kento solía regalarme flores blancas, sin embargo, ahora las detesto.

— Entiendo que sea algo difícil para ti explicar pero enserio nos preocupa tu bienestar tn, días antes de que te fueras te veías feliz y ahora estuviste a punto de acabar con tu vida.

— Encontré a Sunghoon.

— Sabía que iba a pasar. — Murmuró Azumi.

— Incluso golpeé su mejilla. — Murmuré soltando una pequeña risa al recordar mi estupidez.

— ¿Golpeaste su mejilla? ¿Tipo... Cachetada o puño?

— Puño.

— con razón las fotos de hoy. — respondió Stacey soltando una pequeña risa.

Stacey tomó su teléfono y me mostró una imagen de que su mejilla estaba en un tono rojizo.

— esa es mi amiga. — contestó Stacey sonriendo.

— ¿Y porque?

— oh... Bueno... Simplemente fue una discusión pero no es algo de lo que tenga ganas de hablar.

— Y ese tal Carlos, ¿Quien es? — preguntó azumi con seriedad.

— un sub jefe, tampoco es importante.

Solté otro suspiro más y me enderece mientras aún veía las flores.

— ¿Crees que haya Sido Kento? — preguntó Stacey preocupada.

— No lo veo hace un año y no he sabido nada últimamente de el pero... No lo sé, tengo tan mala suerte que no me sorprendería.

Estuve hablando con las Chicas durante horas, de hecho, ellas compraron muchos alimentos deliciosos y me obligaron a comer, también esperaron a que tomara las vitaminas y también dijeron que irían a mi departamento a limpiar y que ellas se esforzarán por ayudarme.

— ¿Tomaste las pastillas? — preguntó el doctor entrando a la habitación. — uh, veo que compraron mucha comida. — Murmuró observando la basura llena de envoltorios.

— Son mis amigas... — Murmure — querían asegurarse de que comiera.

El doctor me dió una pequeña sonrisa y me pidió que estirara el brazo para tomar la presión.

— Eres la conductora de W- Rugby, ¿Verdad? — preguntó Jay con una sonrisa.

— si, lo soy. — Murmuré viéndolo.

— siempre veo los videos que suben aunque espero no ser el único que odie a Carlos por su atrevimiento contigo. — contestó mirando el brazo.

— No eres el único. — respondí soltando una pequeña risa.

— sinceramente, deberían despedirlo, no esta bien hacer eso. — contestó anotando en la planilla. — tu presión está bien.

— Supongo... Por cierto, ¿Puedo irme?

— Lo ideal sería que te mantuvieras al menos un día más, ya sabes, controles en caso de que tengas una recaída.

— entiendo...

Dejé de mirar a Jay y volví a mirar esas rosas con atención.

— Desde que recuperaste la consciencia no has dejado de ver esas rosas. — contestó Jay con atención.

— Uhm...

— Si te sirve de ayuda, sé quién las dejó aquí.

Miré a Jay y esperé su respuesta.

— Tenía el cabello blanco, tal vez plateado y llevaba mascarilla, seguramente puedas ubicarlo por su color de cabello. — contestó Jay.

Sunghoon...

¿Él compró esas flores para mí?
¿Vino a visitarme después de haberlo golpeado?

— veo que ahora sabes quién las trajo. — contestó con una pequeña sonrisa.

— Te dejaré tu tiempo, descansa Tn. — respondió Jay saliendo de la habitación.

Esperé a que cerrara la puerta y formé un pequeño puchero con mis labios.

— después de golpearlo, aún así, vino a visitarme — Susurré.

Me senté en la camilla y caminé hacia la puerta, intenté abrirla y me topé con Sunghoon.

Me senté en la camilla y caminé hacia la puerta, intenté abrirla y me topé con Sunghoon

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En su mano había una bolsa de sushi.

— Sunghoon...

Sunghoon entró a la habitación manteniendo el silencio y dejó la bolsa en la mesa, se dió la vuelta aún en silencio y cuando menos lo espere, terminé envuelta en sus cálidos brazos.

no vuelvas a hacerlo... — Susurró.

— Si es necesario, golpeeame las veces que quieres pero no intentes acabar con tu vida.

— tú...

— sé lo miserable que es tu vida y entiendo por lo que estás pasando porque ambos sabemos las cosas del otro y yo más que nadie puede sentir lo que se siente pero... Hay cosas mejores, ¿Que es lo que no te gusta?

Esto es demasiado triste...

— las cebollas, eso no me gusta. — Susurré aún en su abrazo.

Ah... Realmente necesitaba ese abrazo.

— ¿Eso es lo que te molesta? — preguntó Sunghoon aún siguiendo el juego

— Si, odio las cebollas.

— Entonces destruiré todas las cebollas.

NOTA - 900 Palabras

𝐹𝑂𝑅𝐺𝐸𝑇 𝑀𝐸 𝑁𝑂𝑇Where stories live. Discover now