⁴⁷

621 85 8
                                    

Luego de haber salido de darme una corta ducha caminé hacia la cama donde estaba Sunghoon viendo vídeos en su teléfono.

Apagué la luz y me acosté a su lado.

— ven, acércate más. — murmuró.

Subí mi pierna a la suya, pasé mi brazo por su espalda y escondí mi rostro en su cuello.

Básicamente formando un abrazo.

— no queda mucho para la final... Vamos ganando y espero que sigamos así, si ganamos este último partido, entraremos a semifinales. Incluso llegar a las semifinales es demasiado para nosotros. — murmuró Sunghoon.

— Ganando o no ganando, prometo que luego nos iremos de viaje. Viajaremos a dónde tú quieras ir. — contestó Sunghoon con una sonrisa mientras acariciaba la espalda de Tn.

— No estoy segura de dónde viajar pero de lo que si estoy segura es que tú, tú ganarás... — susurré.

Prometo que estaba tranquila junto a Sunghoon hasta que los truenos empezaron a volverse más fuertes de lo que ya eran.

Intenté disimular las fuertes palpitaciones de mi corazón pero eso desapareció ante las relajantes caricias de Sunghoon en mi cabello.

No hay nada más relajante que te acaricien el cabello...

Podría estar durmiendo en 5 minutos como máximo.

— También podemos ir a cenar a algún lugar, hay eventos en lo que puedes asistir. Solo si tú quieres claro... Además, tenemos que seguir con la rutina de pasear a Keiser... Está cada día más viejo...

— Cierto... Está más viejo, quiero que sus últimos años sean de pura alegría... — volvió a susurrar Sunghoon con nostalgia.

— Pero tú también lo haces feliz. ¿Sabes Tn?

Al no recibir respuesta, Sunghoon se asomó y notó como Tn se había dormido como un bebé en los brazos calidos de sus padres.

EN LA MAÑANA SIGUIENTE

estiré mis piernas con cierto frío y me senté en la cama.

No me siento bien.

Caminé con cierta prisa al baño y me arrodillé en frente del inodoro.

Voy a vomitar.

Pequeños segundos fueron los que pasaron para que comenzara a vomitar todo lo que había comido anoche.

Incluso pensar en el delicioso aroma de las pastas me hizo vomitar otra vez.

¿Mi cuerpo está sensible?

¿Es mi periodo que pronto llegará? Aunque hace tiempo llegó...

Enjuague mi boca y salí de la habitación oyendo ruidos desde la cocina.

Caminé hacia la cocina y sonreí con ternura por como Keiser estaba sentado al lado de Sunghoon que servía las tostadas calientes en un plato.

— Buenos días. — murmuró. — ¿Cómo dormiste?

— Oh... Buenos días... Dormí bien, no recuerdo cómo me dormí... — murmuré.

— Te dormiste en cuestión de segundos — contestó riendo — supongo que estabas muy cansada... Pero bien, hice tu desayuno favorito.

— Tostadas de queso... — susurré con una pequeña sonrisa. — gracias.

— No agradezcas, solo disfruta y come.

𝐹𝑂𝑅𝐺𝐸𝑇 𝑀𝐸 𝑁𝑂𝑇Where stories live. Discover now