capitulo 24

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Tenía la respiración acelerada, el corazón se le salía del pecho, tenía asegurado que lo había perdido, y cuando lo aseguro regreso a su casa. Tenía mínimo como cincuenta llamadas perdidas de su Mejor amigo, pero era lo que menos le importaba, tomó la botella de vodka, y sin agarrar un vaso comenzó a beber desde el picó de esta.

Se sentó en el piso sintiéndose miserable, más por el hecho de que en su interior alguien se sintió feliz, hace mucho tiempo no sentía a su Omega, y lo menos que quería era sentirlo por el.

Su celular volvió a sonar, esta vez con un número diferente en la pantalla_. ¿no es mi día libre?─Preguntó con molestia, al atender a su representante.

_. La marca necesita que vayas como uno de los representantes de Vogue a la fiesta de fin de año, sera divertido, no es algo tan formal, pero tu rostro tiene que estar.─ Park rodeó los ojos dando otro sorbo a la botella.

_. ¿Y si no voy?

_. Sabemos que no te gustan las fiestas, es importante que nuestras caras se muestren que en su vida, es como una forma de conectar a la gente importante, como si esto fuese algo normal. Solo es otra estrategia de promoción.

_. Aja.─se escuchó un suspiro por parte del hombre.

_. La barra es gratis. Ya sabes que ponerte.─ ¿porque la vida no lo podía dejar en paz? Desde su adolescencia los alfas lo veían como alguien al cual utilizar, todos a su al rededor, y ahora no había nada diferente, las empresas lo utilizaban para exactamente lo mismo. Colgó y al instante volvió a sonar su móvil.

_. ¿Que?─ Habló con molestia.

_. Por fin que atiendes ¿donde demonios fuiste?─Jin alterado tras el teléfono hablaba, pero Park le prestaba más atención a la botella de alcohol que a él_. ¿Estas bebiendo de nuevo?─el silencio se lo confirmó_. ¿Otro ataque de pánico?

_. Tengo un evento hoy a la noche, ¿será muy complicado conseguir sexo en una fiesta importante?

_. Jimin por dios...

_. ¿Que? Soy un adulto, tengo mis necesidades.

_. Solo trata de cuidarte.─ aveces odiaba en lo que se había convertido, una persona que se reservaba ante el mundo, una persona que no demostraba el mínimo de cariño a nadie, todo lo contrario al alegre Park Jimin de hace unos años, aquel tonto que estaba emocionado por crear una vida, y que apenas estaba comenzando a ser un adulto, uno que hubiera estado muy feliz por la marca en su cuello.

No como ahora, que maldecía por la picazón de la marca pidiendo ser renovada por la presencia de su alfa, y por su lobo interior que había estado callado mucho tiempo y ahora se movía curioso en su interior, aunque agradecía que hubiera madurado, su lobo se comportaba distante como el.

Solía callar su interior, solía callar a la criatura dentro de él, tanto que su lobo ya se había cansado de hablar y solo se dedicaba a descansar dentro suyo, dejaba que solo su consciente tomara el mando, y se dejara llevar por todo aquel dolor acumulado. Tampoco podía negar aquel rencor que tenía guardado, desde aquella marca sus celos eran el triple de dolorosos, la exclusión social por ser un Omega despechado, y otras cosas de las cuales no era momento de hablar.

Trataba de callar hasta su propiamente que sólo parecía decirle cosas negativas, aveces el mismo se quedaba en blanco y lo prefería así, prefería mantener su mundo el calma, apesar de que en cualquier minuto pudiese explotar.

Otro trago por pensar en ello.

Se miraba al espejo sin ningún sentimiento alguno al verse, el sabía que era bonito, sabía que estaba más bonito que nunca, era obvio traía miles de tratamientos para verse digno ante la cámara, tanto que casi ni siquiera necesitaba tanto photoshop como otros modelos.

Adornaba su cuello con un collar negro lleno de piedras finas, el cual provocaba mucha picazón, pero era necesario para que los medios no vieran aquella lastimosa marca. Y la marca había decidido otorgarle todo, a cambio de que nunca mostrase esa parte el. Un remeron negro con ciertas aberturas en su pecho y cercania de axilas, con solo dos botones abrochados y un Jean engomado, junto con sus borcejos de otro tono de negro que acompañaba a todo el look.

_. Sonríe como si tu vida dependiera de ello.─ Jimin miró con arrogancia a su representante y estilista _. Ten. Cadenas doradas, algo tiene que decorar tu cuello y romper un poco con el negro. Es increíble que aun tenga que preparte yo.

_. ¿Con mi rostro no basta?─Sonrió con falsedad observando las cámaras a su cercanía.

_. Tu cara lleva nuestra ropa, tu rostro solo es la compañía.─Park rodeó los ojos dejandose arreglar, odiaba esa clase de eventos, invitando a toda clase de famosos, con tal de que su marca de ropa llegue a ojos de otras personas, solamente sonreír ante las cámaras, hasta que se cierren las puertas ante los paparazzis.

_. ¿No es un evento para gente importante, Taeyang?─ molestó el Omega, a pesar de tener confianza y una relación de trabajo entre ellos, existía una rivalidad odio amistosa entre ellos. Omitiendo que se acostaron una vez.

_. Por suerte puedo utilizarte a mi conveniencia.─Jimin rodeó los ojos y por fin camino delante de todas esas cámaras, mostrandose tal cual como era su trabajo ir a ese evento, no a disfrutar, ni pasarla bien, estaba allí para ser utilidad de otros, ser un objeto para el mercado. Y así es como agradeció el momento en que se cerraron las cortinas y echaron las cámaras, cansado de tener que fingir que hablaba con las personas.

Agradeció el mínimo momento en que se sentó en la barra y haber podido pedir lo que se le plazca, sin prestar atención a las personas que habían comenzado a bailar en el lujoso lugar, solo veía las luces reflejarse en la barra de vidrio y al mozo que tenia enfrente.

No lograba callar todo en su cabeza, ni siquiera un vaso de vodka puro, su cabeza dolía, dolía sentirse usado por todo el mundo, dolía sentirse desechado por todo el mundo, dolía ver que lo único que querían de él era algo físico, dolía intentar mantenerse bien cuando lo único que quería era alguien que lo mime y proteja.

Salió de su transe cuando una gota salpicó en la mesada de vidrio, una lagrima, y otra tras otra, de forma silenciosa se deslizaban por su mejillas. Según el no sabía por qué lloraba, por mas que en el fondo sabía que aguantaba mucho.

No tuvo que levantarse de la mesa para darse cuenta que esta vez se había pasado de copas, todo le daba vueltas, y sentía que le costaba hasta caminar, pero al menos pudo visualizar el baño sin dificultad. Chocandose las paredes logró entrar a uno de los cubiculos, en el cual se desplomó al instante en el suelo. No se molesto en cerrar del todo la puerta, quedo apenas entre abierta, pero apenas pudo darse cuenta.

Solo sintió el frío piso, y como el había soltado un sonoro llanto, al cual le siguieron otros más, agarró su pecho con fuerza intentando controlar su respiración; las lágrimas llegaban a su boca abierta que buscaba oxígeno. Cerró sus ojos buscando relajarse y reposó su cabeza en la pared fría.

Un golpe en la puerta le hizo abrir los ojos, pero a pesar de intentar registrar algo el estaba totalmente mareado y perdido como para pensar en algo en aquel momento.

_. Una persona tan conocida como tu no debería estar en esta situación.─Su cuerpo se relajó de golpe y el ataque de pánico desapareció justo cuando sus fosas nazales olfatearon el aire_. Estas tan hermoso como el dia que te fuiste.

_. Q-que te jodan...─La persona se agachó delante suyo y corrió los pelos de su rostro y se acercó para darle un beso en la mejilla.

_. Feliz cumpleaños Jimin.─Otra lagrima recorrió su rostro.

Look At Me [Yoonmin]Where stories live. Discover now