-❝ Quizás no me llevé la copa a casa, pero me llevé algo mucho mejor. Tu vales más que mil trofeos.❞
Un día como cualquier otro Barbara decide hacer un directo de Instagram, pero lo que jamás imaginó fue que ese día un crack del fútbol brasileño se...
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Capítulo 12
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—Fala pro teu pai que eu não quero dinheiro. Eu já tenho a riqueza que é você. Se quiser casar, eu caso...
Cantaba y bailaba inspirado en la soledad de mi casa, recorriendo los pasillos. Estos últimos días los pasé así, solo con el personal de servicio. En esta fecha ya mis compañeros de club se encontraban volviendo a sus países, pero yo decidí esperar.
El día que le propuse a Barbara ir conmigo a Brasil ella acepto, pero me dijo que primero debía volver a Estados Unidos porque le había prometido a su sobrino que saldrían y no lo quería decepcionar. Me sentí conmovido por sus palabras, ella era una chica que ponía a su familia primero cuando cualquier otra se habría quedado conmigo sin importarle nada ni nadie, como ya había visto pasadas veces.
Los primeros en volver a Brasil fueron Carolina y Davi desde Barcelona, y Jota con Gil. Rafaella llegaría hoy de Londres y nos marcharíamos mañana por la mañana.
En el fondo algo me decía que Barbara solo me había rechazado sutilmente, pero cuando me llegó un mensaje suyo preguntando si podía hacer escala en Miami para buscarla quedé brincando sobre una pata.
Y que bien se sienten las cosas cuando tratan sobre ella.
Mi familia ya sabía de la existencia de Barbie en mi vida, fue imposible ocultarles el por qué de mi cambio tan repentino de actitud, al principio pensaron que era por la buena racha que iba teniendo últimamente en los partidos, pero terminé confesando que ese cambio tenía nombre y apellido.
Rafaella y mamá apoyaron mi decisión de llevarla con nosotros a nuestro hogar, a pesar de no estar muy emocionadas ambas querían saber si era cierto todo lo que les decía, pero papá fue otra cosa completamente diferente. El se había encargado de investigarla y luego me llamó avisando que necesitaba que nos reuniéramos urgente.
Y aquí estaba, yendo a la oficina donde siempre nos vemos para hablar de lo mismo: mi carrera.
—Juninho. Buen día—apenas entré papá se levantó de su lugar, yo me acerqué para darle un corto abrazo.
