-❝ Quizás no me llevé la copa a casa, pero me llevé algo mucho mejor. Tu vales más que mil trofeos.❞
Un día como cualquier otro Barbara decide hacer un directo de Instagram, pero lo que jamás imaginó fue que ese día un crack del fútbol brasileño se...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Capítulo 26
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
2/4
Los toques desesperados en mi puerta me despertaron, me levanté y miré la hora, era la una de la tarde. Me extrañó lo fuerte e insistente de los toques. No esperaba a nadie, hoy tenía el día libre de cualquier pauta y lo quise aprovechar para dormir hasta tarde.
—¡Ya voy!—grité con molestia, los golpes cesaron.
¿Qué diablos le pasa a la gente? Ya no respetan el sueño ajeno.
Abrí la puerta y me encontré a mis dos fieles hermanos, Joclécio y Gilmar, ambos con expresiones preocupadas y pálidos como un papel.
—Necesitamos hablar contigo urgente.
Me hice a un lado y los dos tomaron asiento en el sillón frente a la cama, Jota me veía con algo de lástima mientras Gil parecia perturbado. Sus actitudes tan extrañas solo me asustaron.
—¿Qué pasó? ¿A quién preñaron?—bromeé intentando amenizar un poco el ambiente tenso. No funcionó, ellos me miraron serios.
Okey, algo grave está pasando entonces.
Me senté en la cama frente a ellos con los brazos cruzados, estaban demasiado callados para mi gusto.
—Entonces... ¿Qué pasa?
Jota comenzó hablando.
—Primero que todo hermano, necesito que respires profundo y te calmes. No te alteres—dice lentamente.
Inmediatamente fruncí el ceño.
—¿Cómo que no me altere?¿Por qué diablos tengo que no alterarme? Díganlo de una vez por todas—mi preocupación se incrementó y todo lo que pasaba por mi cabeza eran cientos de escenarios trágicos, unos peores que otros.
—Se metieron en la casa de Barbara—dijo Gil, que mantenía su mirada gacha, aterrorizandome.
—¿A robar?¿Cómo saben eso?—pregunté con sorpresa, yendo a buscaba mi teléfono, necesitaba llamarla y saber si todo estaba bien. Lo encontré e intente marcarle pero Jota me lo arrebató.