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Antes de que la poca claridad que tenía se apagara y mientras estaba todavía entre los brazos de supadre, despegó los labios y le pidió:

"Keshan... Encierra a Keshan".

 Papá, que acariciaba su cabello de arriba para abajo, se rió ante su orden y sonrió amorosamente.Lo había esposado para castigarlo, pero ahora tocaba y acariciaba una pequeña muñeca llena decicatrices y heridas abiertas. Naito jadeó de dolor y entonces, su padre lo consoló y le abrazó unpoco más fuerte por la espalda... Sentía el pecho ancho y duro de Elsie, su respiración caliente y sualiento. Padre lo besó en la cabeza y atrajo a Naito hasta que besó también su boca.

"¿Lo mato? ¿O quieres que solamente le corte la lengua, mi amor? Puedo cortarle las manos,por golpearte."

 No quería ver morir a una persona por su culpa. Y cortar su lengua también parecía ser algobastante cruel. Todo lo que quiere es... Simplemente hacer que no hable sobre la relación que tienecon papá. Nunca.

"Solo haz... Que sea imposible que salga. No quiero que hable con nadie".

Era imposible decir más que eso. Naito estaba exhausto y cerró los ojos para ponerse a dormirigual a si estuviera muerto. Y cuando se despertó, estaba todavía en el dormitorio de su padre.Tenía acabados de un noble en las paredes y aunque en el interior de la habitación fue donde laculminación de sus placeres tuvo lugar, en realidad nada de lo ocurrido se notaba.

 Por supuesto, igual se sentía sucio. Se sentía... El amante de su padre.

No, no es su amante. Solo lo ocupaba para el sexo. Si fuera su amante no lo golpearía, ni leapretaría el cuello o le ataría las muñecas con esposas durante toda la noche. Acostado en la cama,el cuerpo de Naito tembló como un álamo por la lluvia y recordó, muy claramente, todo lo quehabía pasado y cada una de las cosas que hizo por él. La manera en que estaba debajo de su padre,como lloraba y como se aferró fuertemente a su espalda.

Naito, nervioso, ocultó su rostro bajo la manta ante el recuerdo de haber culminado en las manosde su padre muchas veces. De verdad muchas veces. ¡¡Quería morir!! Acostarse con su padre erauna locura y se sentía un tanto culpable por todo esto. A pesar de que no era lo que quería, lossentimientos de autodestrucción inundaron el espíritu de Naito en cuanto se envolvió entre susbrazos un poco más y con fuerza... La idea de que tenía que huir estaba empujando su mente perosolo estaba allí, teniendo sexo en la cama de su padre.

 Después de un tiempo considerable, se incorporó y buscó algo de ropa para ponerse. Como sialguien ya hubiera pensado en eso con anticipación, vio la ropa que habían traído especialmentepara él. En el buró: Era un material delgado y ligero que parecía haber sido tomado teniendo encuenta el clima. Con mangas largas y negras. En realidad, parece algo de luto...Abrió la puerta, respirando como un loco. Cuando miró a su alrededor, no había nadie así queNaito le dio fuerza a sus piernas y bajó las escaleras de dos en dos. Sin embargo, sus pies sequedaron sin fuerzas a menos de la mitad del recorrido y su cuerpo simplemente rodó hacía abajo.Su cabeza estaba mareada cuando se detuvo. La parte inferior de su nariz estaba húmeda y cuandola tocó, fluía increíblemente rápido hacia su manga. Se limpió con su abrigo y trató de salir de la mansión después de ponerse de pie, pero alguien agarró la muñeca de Naito así que gritó:

"¡Déjame ir!"

 Naito se enojó, incluso sin comprobar quién era. Pero quien sea que fuera había sido golpeado porla mano agresiva de Naito. Se precipitó hacia la manija...

"¿A dónde vas?"

 Era la voz de Alto.

Naito detuvo el flujo de sangre con los dedos y miró a su hermano, quien bloqueaba la puertautilizando todo su cuerpo. Alto tragó saliva, como asustado por los ojos de un hombre que parecíaquerer matarlo, pero de todas maneras no se movió. Tartamudeó:

Una noche solo para dosWhere stories live. Discover now