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Estaba cruzando un río con su padre que no debería ni siquiera haber existido. Lo primero fue obedecerlo, pero ahora reaccionaba al olor corporal de su padre y estaba emocionado por su más mínimo toque. Se convirtió en un cuerpo que temblaba por él... Ahora, cuando los labios de padre se acercaban, parecía más ridículo negarse a él que aceptar hacerse un tatuaje.


Naito se puso el nombre de su padre en su espalda como condición para poder dar paseos por el jardín. Dolía mucho. Para comparar el grado de dolor, recordaba la primera relación sexual que había tenido con el hombre. Ese día, Naito, que había comenzado a recordar todo de nuevo, simplemente, se puso a sonreír ¿Por qué no lo adivinó en ese entonces? La obsesión del padre, algo tan severo que no se podía ocultar... Mientras trabajaban en su tatuaje, Naito se remontó al pasado y recordó la razón por la que eligió estar con él: Fue porque no quería vivir como los niños de los barrios bajos. Tristemente, tampoco quería morir. Pero ahora Naito estaba viviendo la misma vida que los niños del barrio bajo. Quizá estaba comiendo bien, vistiendo bien y bañándose frecuentemente, pero no había libertad. E incluso si se la daban, dependía por completo de la voluntad del padre. Naito estaba siendo criado como un muñequito en el castillo de plástico de Elsie.


"Bien hecho, bonito".


Su padre se rio felizmente mientras miraba el tatuaje de Naito. Naito, que se había visto al espejo por un momento, se apartó del rostro de su padre de inmediato y se puso la ropa que le entregó. Un color rosa espeso. Era una camiseta con capucha y jeans y unos tenis que le había regalado su padre la última vez. Lo escuchó murmurar en un tono preocupado, diciendo que el clima se estaba poniendo muy frío y que tal vez debía darle un suéter, pero Naito, enojado, ignoró sus palabras y abrió la puerta. Su corazón estaba latiendo como un loco...


Los jardines, cuidadosamente cultivados y arreglados por expertos en botánica, no se podían ver de un solo vistazo. El jardín de flores, que se extendía como un bosque alrededor del camino del muro de piedra que conducía al edificio principal, era espléndido. Era una sensación como de abrazar el cielo con los pétalos. Había flores coloridas, flores rígidas y flores de tallos tan grandes como árboles. El viento le daba en las mejillas, en la nariz tenía el aroma de las hierbas moviéndose y en los ojos la forma de las nubes algodonosas que colgaban del cielo. Era, un paraíso en la tierra. Podía asegurar que era el jardín más hermoso que había cultivado su padre alguna vez. El espacio era más ancho de lo que esperaba por lo que pareció que podía recorrerlo durante mucho tiempo.


Naito caminó por el sendero de piedras mientras papá estaba mirando su espalda a un paso de distancia. Aparentemente, había notado un columpio en la parte norte de la casa por lo que estaba empeñado en llegar justo hasta allí... Parecía algo que sacarías de un libro de cuento de hadas, un columpio biplaza con techo laminado en medio de una enredadera. Naito lo miraba como si estuviera poseído por su belleza y cuando se sentó, entonces su padre se sentó con él. Crujió.


"¿Dónde quieres ir a la universidad?"


Preguntó el padre. Mientras Naito metía sus pies, su cabeza se volvió de inmediato hacia la pregunta.


"¿Realmente me vas a enviar?"


"Te dije que te enviaría. Si no te gusta la universidad, puedes trabajar conmigo".

Una noche solo para dosWhere stories live. Discover now