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Se dio cuenta solo después de que le quitaran el yeso que sostenía su pierna lesionada. Habíanpasado unos cuantos meses desde que fue encontrado por su padre. Naito, que había estadoobservando el lugar por donde se fue, levantó su manta y se tapó la cara con ella. Parecía como que el olor corporal de su padre permanecía en la manta, así que Naito inhaló e inhaló de nuevobastante profundamente. Papá estaba presente todo el tiempo, a cada momento y también, en toda hora. Incluso en su corazón. Era una existencia que quedó tan estancada que parecía no irse jamás.


Naito se apoyó en la cama con sus manos rígidas y después levantó todo su cuerpo para adelante. La manta cayó de la parte superior de su cuerpo. No había nadie que pudiera verle, pero de todas maneras la levantó y la ocupó para cubrir sus piernas. Naito bajó lentamente de la cama, mirando a su alrededor y buscando ropa, pero debido a la personalidad tan "especial" que tenía su padre, era evidente que no la dejaría a plena vista y que tampoco la dejaría para él en la cómoda. Finalmente, Naito se apoyó en la manta y caminó lentamente hacia la puerta. La miró... La mano de Naito tembló junto con el aire. Parecía débil, como hojas caídas que se podían romper bajo las suelas de un par de botas. Sin embargo, la mano de Naito igual parecía increíblemente determina el día de hoy. Se movió, y agarró el pomo de la puerta para comenzar a girarla. Sabía que estaba prohibido, por supuesto, pero quería oler el exterior al menos una vez antes de volver al maldito encierro.Era... Un anhelo que creció y creció y que finalmente se convirtió en una fuerza impulsoradesesperada.


Abrió.


Naito bajó las escaleras paso a paso hasta que finalmente sintió la alfombra. Estaba feliz pero,igual pensó que si iba un poco más lejos que esto, su padre se daría cuenta y entonces lo castigaría otra vez y de un modo mucho más fuerte. Tragó saliva, solo quería disfrutar de la libertad tanto como le fuera posible así que se paró frente a la enorme puerta de salida con el corazón palpitante...


Antes de que la mano de Naito girara el pomo de la puerta, la puerta se abrió. ¿Era su padre?Estaba rígido. En un momento, su corazón dio un vuelco tremendo y se hundió contra su pecho así que Naito apretó más la manta y volvió la cabeza.


"Joven maestro."


No era su padre, sino el guardaespaldas que siempre estaba detrás de él. Un fiel subordinado que estaba al tanto de la condición de Naito y de la relación que corría entre los dos. Se acercó con un suspiro y cubrió las piernas de Naito que estaban al desnudo.


"¿No sabes, ya que no deberías hacer algo tan estúpido como esto?"


Murmuró, con sus ojos marrón oscuro rodando de un lado a otro. Tenía barba, así que parecía que se la tocaba siempre que se ponía a pensar en profundidad. Naito se acercó otra vez a la puerta... Tal vez si lo persuadía correctamente, podía ver el exterior por un rato y antes de que cualquier otro se diera cuenta. Pero, como si hubiera endurecido su mente, sostuvo el brazo de Naito y dijo.


"Joven maestro, pare. Cuanto más haga esto, más difícil será para usted. No se rebele contra el presidente."


Naito solo tocó sus labios, sin poder soltar ningún sonido ni poder escucharlo a la perfección.Cuando Naito se negó, torciendo su brazo, el guardia frunció el ceño.

Una noche solo para dosWhere stories live. Discover now