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"Esto es un sueño."

Susurró para si mismo. Sin embargo, el pene que perforaba su agujero no podía considerarse partede uno. Era tan realista. Incluso el toque que presionó su nuca y el movimiento de cintura que seempujaba hacia él. Su gran mano no tenía nada de piedad. Inmovilizándole, sujetándole yapuñalándole a toda prisa por su propio deseo.

"¿Lo sientes, mi amor?" 

Sentía ese movimiento brusco. Esos jadeos contra su oído y esas manos que buscabandesesperadamente las suyas. Frotaba el punto más sensible, le decía "Aguanta un poco" y luegoel hombre comenzaba a reírse. Bajó la mano por su cuello, por su abdomen, dejando caderas muyabiertas y un agujero rojo. Parecía descarado. El semen, brumoso debido al gel, se pegaba hastaocasionar un sonido brumoso. Movía su cintura y entonces el pene se aplastaba y lo estimulaba ycuando finalmente conseguía llegar a su destino deseado, Naito sujetaba entonces la sábana confuerza y comenzaba a gritar. Papá le tomó la mano. 

"¿Es bueno?"

Naito sacudió la cabeza diciendo que nunca se sintió bien, pero el hombre lo había ignorado y,sosteniendo el pene de Naito nuevamente, dijo esta vez:

"No mientas. Si con un poco ya estás así." 

Naito abrió mucho los ojos. De repente su postura cambió y fue sostenido de lado por su padre. Elhombre parecía poder ver que era frágil y tocó la mejilla de Naito como si fuera un animalito. Lamano de su padre siempre era amable. Era cruel la mayoría del tiempo, pero ahora, los gestos de supadre rogando cariñosamente hicieron que su hijo comenzara a temblar. Definitivamente, no erauna buena sensación. No era ese tipo de sentimiento sincero llamado amor sino, un sentimientointenso similar al odio

Una adicción. 

Su padre enjugó las lágrimas de Naito de sus ojos. 

"Yo..." 

Mientras Naito comenzaba a sentirse borroso al punto en que incluso intentó alejarse, padre tiró desu muñeca hasta hacer que el pene lo golpeara de abajo para arriba. El hombro del hombre llegó asu campo de visión, la mano que sostenía su piel se deslizó hacia arriba y fluyó por su espaldahasta terminar por arañarlo. 

"Tú me amas. Y lo haces tanto que me recordarás siempre."

"¡Ah...!" 

Naito gritó con fuerza ante la vívida voz que había escuchado en su oreja. Abrió los ojos, miró atodas partes con cara de terror, pero todo lo que podía ver, era un motel en un terrible mal estado.Había solo una pared y un par de cuadros así que, después de comprobar varias veces el espacio, sedio cuenta de que su padre realmente no estaba allí.

Naito, con el rostro pálido, bajó la mano hasta su abdomen. El sueño había sido muy real y quizá,debido a esto, su pene estaba parado. Lo agarró con sus manos temblorosas y como antes, semasturbó acariciándose de arriba para abajo una y otra vez hasta que comenzó a pensar que,lógicamente, faltaba algo importante. La sensación de que no podía moverse, de que estabasiendo dominado. Pero mientras pensaba en eso, el cuerpo de Naito comenzó a temblar. ¡Quéaterrador era eso! Había tratado de ignorar los pensamientos que ni siquiera sabía que podía llegara tener y ahora, se estaba concentrando en un pene que no debió haber despertado en primer lugar.

No era suficiente.

Naito metió la mano en un agujero que no había sido tocado desde hace un buen tiempo. Cuandocolocó solo un dedo, no hubo reacción. Colocó dos y se sintió rígido e insatisfecho. Conreminiscencias de como su padre le pinchaba el interior, movió su dedo rápidamente y de repente,Naito estaba moviéndose de atrás para adelante como si quisiera fundirse con el colchón. Habíadescubierto que le apasionaba el dolor y, tratando de que se sintiera al menos un poco de ardor ensu interior, hizo crujir y estirar los dedos hasta que el sonido húmedo golpeó la manta y rebotó enlas paredes. Naito frunció el ceño y tiñó sus ojos de rojo. Cerró los párpados con fuerza y siguiójugando con su hoyo. La excitación que había comenzado a crecer lentamente, estalló y recorriótodo su cuerpo como si fuera electricidad. 

Una noche solo para dosNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ