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Cuando era niño, Naito le tenía miedo a su padre.

 La mirada de papá lo ponía tan asustado que temblaba y temblaba y siempre que eso pasaba, Elsie,como si estuviera intentando tranquilizarlo cada vez, le acariciaba la cabeza y luego lo abrazabacon fuerza contra su pecho. Eso no era suficiente para él, así que llamaba a su mamá casi a gritos.Y mamá se acercaba y lo arrullaba en silencio.

Cuando era abrazado por su madre, solo miraba a papá para comprobar que no estuviera enojadocon él por preferirla a ella.... Pero parecía que a su padre realmente no le importaba mucho quedigamos. Aparentemente, miraba a Naito con unos ojos apagados y luego, se daba la vuelta paradedicarse a algo más.

 Entonces un día, Naito, que se divirtió con un amigo local en una tarde lluviosa, tuvo un fuerteresfriado que le hizo sufrir por un día entero. Mamá tenía que irse a trabajar y Alto era tan pequeñoque su madre lo dejó en casa del vecino. Naito tenía miedo de estar solito así que aunque fueembarazoso, después de pensarlo varias veces y tachar todas las opciones existentes, su madre lepidió ayuda a papá. Su padre, que había estado vestido con un traje completo, se molestó por lapetición de su madre y cuando ella se puso a llorar, el hombre se arrancó la corbata y la aventó alsuelo.

Su madre le dijo a Naito: "Papá te cuidará".

 Y salió.

Naito, quien se quedó solo con su padre en una casa pequeñita, se volvió hacia el hombre y loobservó por algunos minutos. Su padre, sentado de espaldas al sol, era como un dios mítico. Unser perfecto. Y cuando el periódico que su padre había estado leyendo se apartó de su cara y lodejó completamente al descubierto, el hombre miró a Naito con sus ojos feroces, como si estuvieraenojado todavía, y luego, lentamente extendió su mano... Padre era muy tierno cuando se loproponía. Sus manos cubrieron la frente de Naito:

"Estás ardiendo. ¿Por qué saliste a jugar en un día lluvioso? ¡Ya te había dicho que eso esalgo que no tienes que hacer!"

Papá lo estaba regañando así que Naito, sorprendido por el enfado de su padre, comenzó a llorar denuevo. Era tan aterrador...

"Perdón..."

 Elsie suspiró ante una voz que parecía no tener energía. Luego, simplemente dejó a Naito y saliódel cuarto... Puede que no quisiera verlo por ahora para no reaccionar mal así que Naito, que sesentía mal y cansado, revoloteó, se volvió y se acostó. Prefiriendo dormir que ponerse a pensar.

Naito cerró los ojos en el momento en que padre le agitó suavemente la espalda. Cuando sevolvió, observó al hombre con un montón de cubiertos para niños que no encajaban con el tamañode sus manos.

"Tiene que comer y tomar tus medicamentos."

 "Estoy mareado..."

Papá dejó las cosas en su buró y agarró a Naito entre sus brazos. El niño se estremeció ante un actodemasiado radical y además, porque tenía mucho miedo de hacerlo enojar. Tenía miedo de quegritara... Pero su padre se comportó en contra de las expectativas de Naito. Se sentó en una silla ycon una cucharita de plástico comenzó a mover el estofado de carne hasta hacerlo flotar. Era unguiso que su madre preparó y calentó para el enfermo Naito antes de salir. Papá solo tuvo queponerlo en un plato.

 "Mamá me dijo que debes comer. Si no comes, te regañará ¿Y quieres eso?"

Naito, recargado en el pecho de su padre, abrió su boquita y esperó pacientemente a que papá lediera un guiso que ya se había entibiado adecuadamente. Eran porciones chiquitas así que le tomóun tiempo considerable comer y acabarse todo. Cierra la boca mientras mastica y luego vuelve aabrirla, como un pajarito. Papá le dio de comer el guiso hasta el final sin molestarse e incluso ledio la medicina. (Aunque eso le costó mucho más trabajo porque el niño lloró) Al final, su padresacó el chocolate que había escondido en el frigorífico y se lo ofreció como un premio. Luego, loacomodó para pegarle en su espaldita y lo comenzó a arrullar, justo como lo había estado haciendomamá.

Una noche solo para dosWhere stories live. Discover now