15

133 8 3
                                    


No pudo asistir a la ceremonia de graduación.

 Naito tuvo que intentar regularizarse por su cuenta porque a papá realmente parecía importarle quetuviera buenas notas. Y no estaba conforme con el cese repentino que Naito había tenido en laescuela. Tenía que llenar sus faltas, ponerse al corriente y aprobar. En realidad, estaba a punto detomar su último examen así que la ceremonia de graduación simplemente se convirtió en un hechoque no podía ser.

Naito, a quien le encantaba nadar y montar a caballo, incluso pareció dejar de hacerlo tan seguidouna vez que la relación con su padre logró profundizarse. Papá había golpeado duramente sucuerpo junto con su mente y ahora estaba en un estado en el que parecía no estar del todo vivo.Incluso aunque todavía estuviese respirando. Preferiría morir, incluso preferiría hacerlorepentinamente y sin armar mucho escándalo.

 Pero no quería que fuera provocado por su padre. No por rendirse por su padre, al menos.

"Eres similar a mí... Estás atrapado todo el tiempo."

 Naito miró a Lewis, su caballo, y murmuró esto con una voz increíblemente seca y pesada. Aveces solamente iba al establo para ver su condición y, últimamente, estaba pensando que Lewisquería salir y que tal vez, incluso lo odiaba por encerrarlo.

Ya no podía estar allí más de cinco minutos porque comenzaba a sentir lástima por si mismo. Yesta vez, cuando salió, descubrió que ya había comenzado a llover. No tenía paraguas, así queestaba caminando bajo la lluvia de un modo lamentable y pausado.

 Hay un perro saltando desde lejos...

Cuando se aproximó un poco más y miró de cerca para intentar ver de quién era el cachorro,descubrió que Alto le llamaba y después, que incluso lo ponía entre sus brazos. Su padre lo trajocomo regalo para él, a quien le gustaban mucho los perros desde siempre. El cachorro corrió muyrápido cuando lo escuchó caminar de nuevo y golpeó a Naito en la cara al aventarse contra supecho, familiarizado con su aroma que a final de cuentas, era parecido al de su hermano. Naitocayó al pasto, con agua de lluvia... Pero el lugar que fue abusado por su padre comenzó a doler.

Frunció el ceño.

 "Teche, no le hagas eso a Naito."

Cuando Naito tocó el rostro jadeante y encantador del perro, su cuerpo se volvió un poco mástranquilo por un segundo. Lo abrazó, y el olor fragante de su torso peludo se mezcló con el aromadel agua.

 Naito se puso de pie en el momento en que observó que se acercaba el dueño: Alto, enfundado enun impermeable, corrió hasta él con las manos extendidas y luego, se quedó parado para ver comoNaito acariciaba la cabeza del perro.

Naito apuntó a su hermano:

 "Ve con él, anda... No creo que quiera que estés conmigo."

 Alto, que se había puesto rígido, se rió como si se sintiera aliviado cuando el pequeño perritocaminó de nuevo hacía él. Naito, mirando la parte posterior del cuerpo de su hermano por un tiempo bastante considerablemente, simplemente decidió darle la espalda e irse de allí. No es porAlto o el perro, es solo que se sentía demasiado mal para vivir como si nada y no quería entrar auna casa con cámaras por todas direcciones.

 Alto, que estaba viendo a Naito, parado solo y bajo la lluvia, se aproximó en un impulsoinconsciente. Naito volvió la cabeza al escuchar sus pasos. Tragó saliva, la cara de Naito, la quehabía visto muchas veces antes, el rostro del hermano mayor que conocía y respetaba en el pasado,ya no era el mismo. Las sombras le hacían parecer un cadáver y estaba increíblemente palido ydelgado también. No creía que estuviera tomando medicamentos, pero sus ojos borrosos le hacíanpensar que así era.

Una noche solo para dosWhere stories live. Discover now