10

65 5 0
                                    


"Despierta." 

Una voz suave pero estricta despertó a Naito, que estaba completamente dormido para eseentonces.

Naito levantó sus pesados párpados muy lentamente. El mundo fuera de la ventana estaba azul,pero el final del horizonte parecía arder en un tenue color escarlata así que no podía descifrarcorrectamente la hora. Con la mente toda borrosa, Naito, dándose cuenta de que era el inicio delamanecer, frunció el ceño y volvió a aventarse sobre la almohada. Todo, dentro y fuera de él, dolíaterriblemente así que se descubrió a si mismo inclinando la cabeza por el la sensación de estarardiendo. Su padre estaba allí, solamente sonriendo.En contraste con Elsie, que tenía un traje ajustado bastante bonito, la ropa de Naito estabaterriblemente gastada. Padre levantó los pantalones de Naito del suelo y los aventó al cesto debasura en un rápido movimiento así que, ahora que lo pensaba, era raro que no se sintiera paranada como estar desnudo. Al bajar la mirada, descubrió que le había puesto algo así como unospantalones holgados de entrenamiento y cuando levantó el dobladillo, observó que también tenía eltobillo escayolado. No se había dado cuenta de nada de eso. 

"Será mejor si lo llevas puesto durante unas 3 semanas". 

"¿Le dijiste a quien sea que hiciera esto que fuiste tú quien me rompió la pierna?"

Cuando Naito volvió a sus sentidos y escupió una oración aparentemente grosera, su padre hizotemblar las comisuras de sus labios y finalmente, solo se rió. En realidad, parecía bastante relajado,barriendo el cabello teñido de Naito de atrás para adelante. 

"No tuve que hacer eso, porque todos saben que esto es una consecuencia de que mi hijo serevelara contra su papá".

Naito puso rígido su rostro al sentir un suave agarre en su espalda, subiendo lentamente hastadetenerse ahora en su cuello. Ni siquiera tenía reclamos que decir porque recordaba vívidamente lamanera tan desesperada en que se había aferrado a su padre durante la noche. También lo que habíadicho durante el sexo. 

Al ver que Naito se endurecía, papá se acercó otra vez e intentando relajarlo, como si él si hubieselogrado olvidarlo todo, tocó su mejilla con una mano cariñosa: "Solo tienes que admitir tuserrores". Dijo.

"¿De verdad vas a continuar con todo esto?" 

Preguntó Naito, intentando quitarse de encima la mano tan pesada de su padre. Aunque eso soloprovocó que papá ahora buscara sus dedos...

"¿Olvidaste todo lo que dije anoche?" 

"¿Sobre qué quieres que te ame más que como un hijo?" 

"Exacto." 

El padre entonces tiró de la cintura de su hijo hacia adelante. Su rostro estaba tan cerca como paracomenzar a besarlo y la respiración que compartían en el mismo espacio, había comenzado a sonarcomo si fuera una orquesta desentonada. No solo eso, también tenía el sonido del corazón de supadre tamborileando casi en la punta de su oído...

 Naito fue sostenido por la mano de su padre y luego, le pasó los dedos de la otra suavemente por lamejilla. Naito lo apartó:

"Nunca pensaste en mi como un hijo para empezar". 

Entonces el padre sonrió alegremente y comenzó a jugar otra vez con su cabello. 

"Si es más cómodo para ti pensarlo de esta manera, entonces sí. Tienes razón". 

Tuvieron una conversación informal que terminó con ellos, llegando finalmente a la enormemansión que ahora le pertenecía a su padre. El conductor de papá se acercó rápidamente y abrió lapuerta con una señal de emergencia extraordinaria mientras que Elsie, que miraba a Naito, sonreíacomo si estuviera entusiasmado con los nuevos acontecimientos.

Una noche solo para dosOù les histoires vivent. Découvrez maintenant