Uno

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Capítulo 01.

*Xiao Zhan gemía en la cama, las lágrimas se acumularon en sus ojos cerrados

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*Xiao Zhan gemía en la cama, las lágrimas se acumularon en sus ojos cerrados. Las crudas imágenes de su pesadilla le hicieron sentirse abatido.

La oscuridad, la soledad y el miedo lo hicieron gemir entre sueños, él quería despertar, tenía que hacerlo, alguien debía hacerlo despertar para no continuar sintiendo aquel tormento.

De pronto una lejana voz lo llamó a la distancia, su salvavidas había llegado, estaba aquí, había venido a salvarlo.

- Zhan - El pelinegro sollozó intentando despertar de su oscura pesadilla. - ¡Zhan ge! - Lo removió hasta que el otro se alejó de la oscuridad y abrió los ojos encontrando los hermosos ojos preocupados de su amado.

- ¡Bo di! - Abrazó a su salvadidas, se aferró fuertemente a él inhalando su confortable aroma.

- Ya ya, es solo una pesadilla, amor. - Lo consoló mientras acariciaba su espalda con suavidad.

- Fue muy feo. - Respondió entre sollozos.

- Todo está bien Zhan ge, estoy contigo, no te pasará nada.

- Soñé que te perdía.

- Nunca me perderás, amor... - Besó su cabeza. - Te amo.

Xiao Zhan lo abrazó más fuerte calmándose poco a poco, Yibo no dejó de besarlo en todo momento.*

Cuando se calmó el pelinegro le sonrió al otro.

- Ya estoy bien, ni siquiera recuerdo la pesadilla. - Dijo sintiéndose un poco avergonzado.

- Eso es bueno. - Volvió a besar su cabeza. - No es bueno quedarse con los malos recuerdos. - Le sonrió.

- Mn, tienes razón. - Suspiró. - Iré a revisar a los niños. - De pronto quería verlos.

- Voy contigo. - Bostezó.

- No, vuelve a dormir, debes trabajar temprano. - Dijo al ver a su esposo con sus ojos rojos e hijchados por el sueño. - No me tardo. - Le dio un besito en los labios.

- Gracias, estoy muy cansado... - Dijo dejándose caer sobre la cama.

- Descansa...

- Mn...

Xiao Zhan lo miró y apagó la lámpara que el castaño había encendido al despertarlo de su tonta pesadilla.
Lo amaba tanto, Yibo era tan guapo y era suyo, solo suyo. Suspiró y se levantó de la cama para ir a revisar a sus hijos, los frutos de su amor con Yibo.

Primero fue a revisar a su preciosa bebé, a la pequeña Zhanyi, su sol, la rubia que era tan parecida a su esposo en su infancia y adolescencia. La miró dormir tranquilamente con su pulgar en su boquita, hacia meses que le habían retirado el chupón por órdenes de su dentista y la niña aún parecía extrañarlo.
Xiao Zhan la cubrió más con su frazada de conejitos y le dio un dulce beso en la mejilla antes de retirarse de la habitación de la nena que estaba frente a la suya.

Promesas (YiZhan)Where stories live. Discover now