Promesas (YiZhan)

Dieciocho

Capítulo 18.

Wang Yibo manejó hacia la escuelita de su hijo pensando en lo que prepararía para la comida, los dejaría elegir algo a ellos. Sonrió al recordar que al menos su esposo sabía lo que le esperaba al llegar a casa, estaba ansioso por hacer aquello que le prometió que le haría al doncel.

Pudo sentir que su pene dio felizmente un respingo. Yibo sonrió de lado esperando que la noche llegara ya y su falo no le fallara, no quería pero si este no despertaba probablemente debería ingerir alguna de las pastillitas azules aunque estuviera contraindicado debido a su afección, solo sería una.

Después de ir por sus hijos al colegio, el castaño volvió a casa para preparar aquello que los chicos pidieron.
Bien, él no sabía hacerlo pero podría buscar la receta. Así lo hizo pero al ver lo complicado que era y cuanto tiempo demoraba en prepararse, decidió solo preparar algo sencillo, esperaba preparar el otro platillo al día siguiente con más calma y tiempo, así que eligió por el momento la segunda opción, el platillo que había elegido Zhanyi, Wuxian tendría que esperar un día para comer lo que él había decidido.

Sacó los ingredientes que necesitaría y comenzó a cortar y machacar las verduras como solo él sabía hacerlo, luego lo colocó en el sarten mientras añadía más ingredientes que recordaba que se usaban, ojalá hubiese puesto más atención cuando estaba en casa y Zhan cocinaba, así no tendría que estarse asegurando en internet si lo que le había agregado era lo correcto. Pensó que tal vez podría agregarle un poco de cilantro aunque ese platillo no lo llevara.

Estaba frente a la estufa concentrado en lo suyo cuando de pronto escuchó un fuerte grito seguido de un llanto. Era Zhanyi.
Rápidamente se dio vuelta y salió disparado de la cocina hacia donde provenía aquel llanto. Entró en la habitación de su hijo y miró a Wuxian asustado y la bebé llorando con sentimiento.

Fue a la pequeña y la levantó del suelo, la niña tenía su carita roja y una marca en su mejilla claramente producido por algún golpe.

- ¿Qué pasó? - Inquirió a su hijo quien estaba asustado.

- Estábamos jugando al karate y... se cayó. - Respondió quedito Wuxian.

- ¿Se cayó? - Frunció el ceño. Su hija tenía un golpe en la cara y lloraba desconsolada. - Dime la verdad. - Dijo serio mientras trataba de calmar a su hija. - Ya bebé. - Con mucho cuidado acarició la mejilla de la niña.

- Le pegué tantito... ¡Pero estábamos jugando al karate! - Se defendió. - A-Yuan y yo siempre jugamos...

- No se juega al karate con tu hermana, ella es pequeña. - Lo regañó. - Discúlpate. - Ordenó mientras acariciaba la cabeza rubia para intentar calmarla. El niño miró a su padre enojado y no pudo evitar asustarse y sentirse mal.

- Pe-perdón... - Alcanzó a decir antes de soltar en llanto. El niño se había asustado cuando después de soltar una patada a su hermana, esta gritó y cayó debido a la fuerza, A-Yuan la habría sabido esquivar pero la niña era más pequeña y lenta.