Ocho

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Capítulo 08.

Xiao Zhan continuó besando a su esposo mientras lo despojaba lentamente de su ropa

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Xiao Zhan continuó besando a su esposo mientras lo despojaba lentamente de su ropa. Se acercó a su cuello y volvió a mirar la marca en su piel más de cerca, la miró  detenidamente. Solo en ese momento se percató que había un par de marquitas de media luna más oscuras. Parecía un pellizco.

- ¿Qué te pasó aquí? - Acarició con sus dedos.

Yibo se quedó pensativo.

- No lo sé, debió ser Zhanyi o Wuxian cuando intentaron hacer que jugara con ellos.

- Oh...

Zhan le dio un besito, luego continuó desvistiéndolo de la parte inferior encargándose del pantalón de su marido, desabrochó el cinturón pero Yibo tomó sus muñecas suavemente para detenerlo.

- Zhan, no puedo...

- Déjame consentirte, no lo haremos hasta que te sientas listo, solo necesito tocarte y verte... te he extrañado mucho. - Puso sus ojitos que sabía eran la debilidad de su esposo.

- Sigo preocupado por todo y me siento tan cansado...

- Mi Bo di... - Lo besó. - No te preocupes por nada hoy, déjame consentirte.

- Pero debo conseguir otro empleo pronto...

- Sh... - Cubrió su boca con sus dedos. - Esta noche no te preocupes por eso, mañana será otro día... disfrutemos esta reconciliación, ¿si? - Siempre se reconciliaban de esta manera y Zhan amaba el sexo de reconciliación, se ponía un tanto salvaje.

- No podré...

- Solo quiero besarte y abrazarte, solo será un masaje... ¿me dejas?  - Yibo suspiró sintiéndose feliz y un tanto aliviado, le haría caso, dejaría las preocupaciones por esta noche.

- Mn.

El doncel sonrió con alivio también, Yibo no le era infiel, nunca lo haría, lo amaba, nunca pensó que sus problemas fueran tales y aunque si se preocupaba por lo que viniera, estaba feliz que Yibo siguiera tan enamorado de él, todavía lo deseaba y eso solo hizo amarlo más, no quería volver a desconfiar de Yibo.

Desabrochó el pantalón y lo bajó hasta sus tobillos, luego se agachó y se encargó de ayudarle con su calzado. Lentamente subió rozando su nariz por los genitales dentro del bóxer de su marido quien tragó duro.
¡Maldita impotencia!

El doncel soltó sus feromonas mientras desnudaba frente a su marido, quería relajar y encender a su esposo, incluso si no había penetración, todavía quería ser cariñoso con él, lo merecía, se lo debía. Yibo no se resistió a su dulce aroma, dejó que Zhan lo guiara hasta la cama donde lo recostó y dio besitos en su rostro y por todo su cuerpo, lamió suavemente sus rosados pezones haciéndolo jadear. Luego delineó su ombligo con su lengua ante la atenta mirada de Yibo, acto seguido se sentó sobre él y comenzó a frotarse, Zhan estaba tan excitado después de haber pasado tantos días sin follar.

Promesas (YiZhan)Where stories live. Discover now