Veinticinco

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Capítulo 25.

Xiao Zhan fue llevado a casa por Vivi pasando un rato, a pesar de que estaba más tranquilo, no sabía todavía qué le diría a su esposo sobre sus razones al renunciar

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Xiao Zhan fue llevado a casa por Vivi pasando un rato, a pesar de que estaba más tranquilo, no sabía todavía qué le diría a su esposo sobre sus razones al renunciar.
Era contraproducente darle detalles, solo esperaría noticias sobre la reunión de Yibo con la modelo.

Mordió su labio al imaginar a Yibo con una mujer tan hermosa pero recordó que esa misma mañana su esposo le recordó cuanto lo amaba solo a él y seguía lo deseando mucho. Sonrió antes de volver al hilo de sus pensamientos, Yibo y su sensualidad siempre lo distraía.

Resopló intentando buscar las palabras exactas para decir, no quería problemas, los odiaba, así que sería un poco dificil decirle a Yibo sus razones al dejar aquel empleo.

Fue temprano por la tarde que Yibo llegó luego de la cita con la mujer, había pasado a hacer mandados de la casa y luego pasó por sus hijos, así que cuando la familia entró a la casa, todos se sorprendieron al ver al doncel nuevamente temprano en su hogar.

Rápidamente los pequeños saludaron a su padre, cuando terminó el alboroto de los pequeños, Yibo se acercó a Zhan para saludarlo como de debía.
Cuando el castaño dejó de besarlo notó a su esposo diferente, como nervioso, claramente algo le pasaba así que lo condujo a la habitación para hablar.

- ¿Qué pasa? - Le preguntó en cuanto cerró la puerta.

- Y-yo... mejor dime como te fue con...

- Eso puede esperar, algo te pasa. -Yibo tomó sus manos y las besó, Zhan odiaba no poder ocultar su sentir a Yibo, este lo conocía a la perfección.

- Es que... - Aguantó la respiración antes de soltarlo. - Renuncié. - Soltó el aire.

Yibo se quedó mirándolo en silencio, procesando. Esto puso a Xiao Zhan más nervioso de lo que estaba.
El doncel pensó que este se preocuparía por la pérdida económica que eso suponía porque solo habían estado dependiendo de él, pero grande fue su sorpresa al ver que el dominante relaba su expresión hasta el punto en que intentaba no sonreír pero fallando en el intento. Finalmente habló cuando vio la graciosa expresión de desconcierto de su esposo, así que se puso serio nuevamente.

- Oh... que pena. - Reprimió nuevamente su sonrisa fallando de nuevo.

- No te rías. - Dijo Zhan ceñudo.

- Lo siento amor pero sabes lo que pensaba respecto a eso... - Besó sus manos. - ¿Puedo saber el porqué?

- Solo... tenías razón, Yixuan es un idiota y... no vale la pena.

- ¿Qué hizo? - Se puso serio nuevamente.

- N-nada es que... tenía una idea equivocada de él y él de mi... además recordé lo idiota que fue hace años y - Negó con la cabeza. - Sigue igual.

- ¿Qué te dijo? - Su mirada ya estaba ensombrecida.

- No pasa nada, solo que no me gusta que hable de mi hombre. - Dijo molesto. - Él es nada comparado contigo, piensa que es superior y se cree la última coca cola del desierto pero es solo un idiota engreído.

Promesas (YiZhan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora