001

4.9K 200 4
                                    

————🍒————

—¿Es muy largo el vuelo? ——pregunte recargando mi cabeza en el hombro de mi hermana.

—No tanto, si tienes hambre puedes pedir en el avión. ——sonrei con pereza—— oye no se porque te preocupa tanto esto, es fácil para ti hacer amigos. ——me reí.

—Ojalá fuera tan fácil. ——comente enderezandome en el asiento esperando a que mi padres vinieran de firmar unos papeles—— siento que va a ser como si nunca hubiesen visto a un extranjero.

—Eso no lo sabes. ——rei mirándola, pero mi sonrisa de desvaneció, ella sabía que me disgustaba totalmente el tener que irme.

—Listo, ya podemos subir. ——hablo mí madre llegando junto a mí padre con una sonrisa de oreja a oreja—— ¡Cambien esas caras!

—¿Esto es algún tipo de castigo o algo así? Porque créanme en estos minutos de sufrimiento aprendí la lección. ——levante las manos a los lados de mí cabeza en señal de paz, papá simplemente se rió y mí mamá rodó los ojos por mí comentario.

—Tenemos que cambiar de ambiente, es lo mismo siempre en este lugar cariño. ——acaricio mí cabello como consuelo—— se que es difícil pero te acostumbraras ——intente sonreí pero salió más una mueca.

Creo que me lo merezco.

Maldito David y sus ideas estupidas.

—Vamos niñas ——hablo mí padre con una gran sonrisa, tomamos nuestras maletas y esperamos en la fila a nada de nuestro destino.

Estoy segura que no dormiré bien en el avión.

———🍒———


Sentía un gran peso sobre mí, no podía mover mí cuerpo y no podía gritar por más que lo intentará.

Me estaba asfixiando

Miraba a mí alrededor con temor, la muerte nunca había estado en mis planes.
Hasta que divisé una luz, un hombre.  No podía verle el rostro.

Despierta Sara...
Sara
Sara
Sara

—Sara, cariño. ——abri lentamente mis ojos encontrandome con la mirada preocupada de mí madre.—— ya llegamos, ¿Te sientes bien? ——asenti mientras bostezaba.

—Te ves más pálida ——mire a mí padre aún somnolienta y negué.

—Una pesadilla. ——se miraron entre ellos unos segundos para después mover la cabeza y aceptar mí excusa.
Aunque no era una excusa en realidad.

Fue una horrible pesadilla.

Después de varias horas de viaje hasta la residencia, me puse a pensar en como debería actuar.
Ser yo misma atraerá la mirada de cada alumno en esa institución.
No me gustaba llamar la atención pero tampoco me disgustaba mucho que digamos.

Eso se oyó bastante vanidoso.

—Bajen todas.  ——la voz de mí padre me saco de mis pensamientos e hice lo que me ordeno.

—Podrían habernos advertido sobre el clima aquí. ——hable con molestia

—Ya se acostumbraran niñas, es mucho mejor que el calor de Phoenix——rode los ojos ante el comentario "optimista" de mi mamá.

El calor de Phoenix no era tan agresivo como lo es en otros lugares de América.
Por lo que extrañaría el hecho de broncearme los fines de semana.

—Recuerden la habitación que elijan será la que tendrán hasta que nos mudemos de nuevo. ——aclaro mi padre colocando las maletas en medio de la sala.

Lo dudaba mucho.

En ese momento tocaron el timbre de la casa.

—Debe ser Billy. ——intercambiamos miradas entre mi madre y mi hermana para luego escuchar como mi padre saludaba alegremente a la visita.

—Pasaron años Samuel. No te perdonaré el hecho de no haber llamado. ——lo regaño pero aún así no borraba su sonrisa.

—Lo lamento mucho Billy, pero había mucho trabajo. ——se disculpo al mismo tiempo que rascaba su nuca avergonzado.

—¡Anastasia paso mucho tiempo! ——exclamo sorprendido.

—Lo mismo digo Billy. ——pase de mirar a mi mamá, quien hablaba animadamente con Billy, a el chico que estaba en la puerta mirando con curiosidad.

Es el hijo menor de Billy, jugábamos mucho con el, haz memoria. —la mire molesta sabiendo que mi memoria era igual al de Dory o peor.

Y ella lo sabía, pero le gustaba ponerme en estas situaciones.

—Jacob, ven. —entro tímidamente pero su gesto cambio al vernos a nosotras.—— ¿Recuerdas a Sara y a  Emma?

—Claro que si ——me miro—— jugaban mucho con mis hermanas y yo cuando éramos pequeños.

—De verdad quisiera decir que lo recuerdo pero estaría mintiendo. ——dije con nerviosismo—— lo lamento.

—No hay de que preocuparse, todo a su tiempo. ——hablo Billy—— Samuel traje lo que te dije por teléfono.

—¿Que cosa? ——mi padre sonrió antes de llevarnos a un lado del patio.

—No es como los autos caros que habituamos tener, pero algo es algo. ——hablo con sin dejar de observar el vehículo.

Un auto, que aún se veía estable, de color negro y con luces blancas estaba frente a nosotras.

—Sara, cómo sabes tu hermana trabajará sus estudios en casa. ——alce las cejas—— es para ti. ——mi madre me miraba esperando alguna reacción, yo sonreí en forma de agradecimiento.

—Es perfecto, gracias Billy. —el me sonrió satisfecho por mi reacción.

—Ven Sara te enseño. ——jacob tomo mi mano y nos subió a la camioneta.—— tienes que pisar dos veces para la velocidad, pero fuera de eso todo funciona perfectamente. Puedes decorarlo como te guste.

—Entonces es más que perfecto. ——el pelinegro me sonrió.—— ¿Quieres que te lleve a la escuela mañana o algún otro lugar? ——el negó.

—Voy a la escuela en la reservación. ——murmure una afirmación con algo de pena.

—Lastima, me hubiera gustado tener una cara conocida. Para no sentirme tan intimidada. ——el se rió.

—Los tendrás no es difícil para ti. ——asenti no estando tan segura.

Forks llegué para quedarme.

Sara || Crepúsculo Saga Where stories live. Discover now