Sara || Crepúsculo Saga

001

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—Solo tienes que ablandarlos —sugirió Rosalie.

—Estuve así tres días. La verdad no entiendo ——hable ofendida—— ¿Y si voy descalza esta vez? ——ellas abrieron la boca indignadas—— iré en zapatos no se preocupen. Quizá haya otro par más cómodo.

—Tu madre trajo otros. Seguro te entrarán. ——aseguro Alice.

—¿No es demasiado? El traje, los tacones. Todo. —mis ojos paseaban en cada uno de los Cullen quienes traían la decoración por sobre sus hombros sin ningún tipo de incomodidad.

—Es todo lo necesario. La boda será perfecta ——sonreí rendida. Era imposible quitarle la idea de la cabeza a Alice.

—¿Dónde los pongo, Jefa? ——pregunto Emmett.

—En cualquier lado del pasillo ——luego llegó Bella con una banqueta enorme.

—¿Dónde? ——pregunto.

—¡LES FALTA IMAGINACIÓN! ——apenas se fue me quite con rapidez los zapatos dejándolos a un lado.

—Sara, tienes que ir a casa ahora y dormir muy bien. Es una orden ——le sonreí—— nos encargaremos de todo.

—Gracias, Rose. ——la abrace siendo correspondida.

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Estaba tirada en mí cama sin nada que hacer con los ojos cerrados, hasta que se la nada la poca luz que entraba fue bloqueada.

¿Se habrá cortado la luz? Le dije a papá que pagará antes de fecha.

—¿No te has arrepentido? ——abri mis ojos, suspiré tranquila antes de sentarme en la cama. Luego negué dejando caricias en sus brazos——todavía puedes cambiar de opinión.

—¿Ahora lo estás reconsiderando? ——su semblante serio hizo que borrará mi sonrisa—— tengo razón ——negó sonriendo.

—He esperado un siglo para casarme contigo.

—¿Pero? ——no respondió—— ¿Pero? ——hable exasperante.

—No te he dicho todo sobre mi.

—¿Ya no eres virgen? ——se rió pero no me respondió—— no puedes asustarme ahora.

—Unos años después de que Carlisle me creo, yo me rebele contra el. Me molestaba que controlará mi apetito. Y por un tiempo me fui por mi cuenta. Quería saber lo que era cazar. Probar sangre humana. Todos los hombres que mate...eran monstruos. Y yo también. ——lo mire.

—Edward, todos ellos eran criminales. Piensa en todas las vidas que salvaste.

—Es lo que me decía a mi mismo. Pero eran seres humanos. Los miraba a los ojos mientras morían y podía ver quién era yo, y de lo que era capaz. ——desvíe la mirada por un segundo, pensativa.

—¿Porque me dices esto ahora? ——pregunte—— ¿Creíste que me harías cambiar de opinión sobre ti? Estás equivocado. ——me acerque y lo abrace por la cintura observándolo—— odio que hables de ti de esa manera. A la próxima, me divorcio.

Intento mantener su postura sería, pero al ver mí rostro sonrió

—Ahora dame unos besitos. ——no dudo en hacerlo, pero unos ruidos interrumpieron nuestro momento provocando que colocará mis labios en forma de pez.