Sara || Crepúsculo Saga

003

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—Esto irritara tus ojos al principio ——Bella procurando que las lentillas estuvieran bien puestas. Lo mismo tuvo que hacer cuando Charlie fue apresurado hacia su casa por culpa de alguien.

Que no voy a nombrar pero empieza con S y termina con Seth.

—El truco es no moverte muy rápido.

—Trata de sentarte. Cruza las piernas —hice caso a lo que me ordeno Esme, mire la silla que estaba al lado de la ventana y al sentarme está choco contra la pared. 

—Tal vez un poco más lento ——hablo Carlisle.

—Y parpadea tres veces por minuto ——lo intenté hacer—— muy bien ——sonreí satisfecha con mí resultado.

—Pareces caricatura ——lo mire sería sabiendo que seguía en la mira de mis, posibles, golpes.

—Aguanta la respiración, controlarás la sed ——acate la orden de Carlisle.

—Pero mueve los hombros para que parezcan que estás respirando ——los moví de arriba hacia abajo de forma lenta. Ellos levantaron ambos pulgares con aprobación.

—Y no te sientes tan derecha. Los humanos no lo hacen. ——trate de parecer encorvada, pero me sentía muy incómoda.

—Listo. Ya lo sé ahora. No me hagan volver a hacerlo porque me incomoda muchísimo. ——me miraron en silencio. El sonido del auto llamo mi atención.

Llegaron. Respira profundo y suéltalo...

Ah no, cierto que no puedo.

—Vamos. Los dejaremos a solas. ——las cuatro mujeres junto a Emmett y Demián se retiraron de la sala. Carlisle fue a recibirlos.

Entraron a paso torpe mirando con extrañes a Jacob y Leah. Luego me observaron a mí algo temerosos. 

—¿Sara? ——pregunto primero mí madre.

—Hola, ma.

—¿Estás bien? ——cuestiono con mirada preocupada mí papá.

—Estoy muy bien. Mejor que nunca. ——ellos se miraron todavía sin creerme.

—Tu, no te conviertes en animal, ¿Verdad? ——negué sonriendo por la pregunta de mi abuela.

—Ya quisiera ser tan fabulosa ——Jacob toco su hombro, ella lo aparto aún sin despegar su mirada de el. 

—Nos podrían dejar solos, ¿Por favor? ——pedi hacia los tres hombres. No dijeron nada y se fueron. Mí abuela se acercó con cautela.

—Jacob, nos dijo que esto era necesario. ¿A qué se refería? ——tuve que tratar de controlar mí respiración al tenerla tan cerca.

—Creo que será mejor que...

—Sara, queremos la verdad. ——ordeno mí padre ya molesto.

—No puedo decírselos.

—Cielo, nos merecemos una explicación ——pidió mí madre con los ojos llorosos.

—Así es. Pero tendríamos que irnos si se los dijera.

—¡NO, NO HABLES DE IRTE! ——grito mí abuela sin paciencia.

—Los tres van a tener que confiar que por la razón que fuera, estoy bien. Mejor que bien. ¿Podrían vivir con eso? ——pregunte. Mama la volvió a sentar en el sofá dándole un vaso de agua para que calmara sus nervios.