Sara || Crepúsculo Saga

004

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—Es apenas un esguince. Te curaras relativamente pronto. ——le sonreí en forma de agradecimiento a Carlisle.

—¿Intentaste caminar y masticar chicle a la misma vez? ——pregunto con diversión Emmett.

—Golpe a un lobo en la cara. ——el asintió orgulloso.

—Seras una recién nacida muy brava. ——vi cómo Rosalie se iba a la habitación cerrando la puerta con fuerza.

—No debes bromear con eso. ——regañe.

—Estará bien. ——mire donde se fue, para luego levantarme, besar en la mejilla a Edward e irme con ella.

—¿Rubia? ——pregunte al verla cruzada de brazos en el balcón.

—Podrían ir a hacer esas bromas sobre ser neófitos a otro lado. ——me coloque a su lado apoyada en el barandal mirándola algo cohibida.

—Es un simple broma ——aclare, pero ella negó.

—Sara, te envidio. ——admitió.

—¿Porque?. Digo, no es como si tuviera la vida perfecta. Ninguna lo es.

—La mía si lo era. Absolutamente perfecta. ——tome su mano. Ella me sonrió—— aún quería ciertas cosas. Casarme, una hermosa casa, un esposo que me besara todos los días. Mí propia familia. Royce King era el caballero más deseado del pueblo. Apenas lo conocía. Pero yo estaba enamorada con el concepto del amor. La última noche de mí vida, salía tarde de la casa de una amiga. No muy lejos de mí casa. ——interrumpí.

—Rose. No debes hablar de eso si no quieres. No es tu obligación. ——ella negó.

—Quiero hacerlo. ——quede en silencio para que siguiera—— me habían dejado en la calle, pensando que estaba muerta. Quizá eso mismo hubiera querido yo. Carlisle me encontró. Olió la sangre. Creyó que me ayudaba. 

—De verdad lo siento. ——hable con la voz un poco rota. Ella me abrazo por los hombros.

—Me vengue de todos ellos. Uno por uno. Dejé a Royce para el final, para que supiera que iba por el. ——sonrió—— era un poco exagerada en ese entonces. Todo mejoro cuando conocí a Emmett. ——su rostro de convirtió en una mueca de dolor—— pero siempre nos quedaremos así. Estancados. Jamás avanzamos. Eso es lo que más extraño. Las posibilidades. Sentada al frente de una casa, Emmett, canoso a mí lado. Rodeados de nietos. Oír sus risas.

—Se que es lo que mayormente deseas. Yo quiero lo mismo, quiero envejecer. Que al morir me lleve de recuerdo el amor de Edward. ——asintió—— pero no es lo que Bella quiere. No desearía nada mas que a Demián.

—Se equivoca. ——fruncí el ceño—— hay algo que deseara más. Algo por lo que ella matará. Sangre. ——sin decir más me soltó y se fue. Era completamente cierto lo que decía. ¿Podría Bella controlar sus impulsos a la sangre humana?

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—De pequeños, nos preguntaron que queríamos ser cuando creciéramos. ——hablo Jessica—— nuestras respuestas eran un astronauta, un presidente, o en mí caso una princesa. ——sonrei—— cuando cumplimos los diez, volvieron a preguntarnos. Respondíamos roqueros, o vaqueros, o en mí caso, una ganadora de medalla de oro. Pero ahora que somos adultos, quieren una respuesta sería. ¿Que tal esta? ——sonrio con emoción—— ¿Quien demonios sabe? ——todos nos reímos y aplaudimos por el discurso que dio.