Sara || Crepúsculo Saga

007

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Luego de unas semanas que parecieron meses, me dió el tiempo de analizar y determinar que iba a hacer.

No era malo, no era un asesino. O quizá si porque no lo conozco del todo, pero se que no pretende hacerle daño a nadie.

—Tu madre llamo. ——deje ambas tazas frente a nosotros con el líquido en ella—— quería saber el porque tú ausencia en el instituto. La llamaron.

—La vida me ama. ——murmure con sarcasmo para mí—— solo no me sentía bien, ¿Puedes decirle eso?

—Sabes que no te va a creer. ——bufe—— se lo diré, solo que tienes que estar pendiente a tu celular. Va a llamarte en cualquier momento.

—Claro. ——termine mi café, me levanté de la mesa y me acerque a dejarle un beso en la mejilla a mi papa—— vendré más tarde.

—Ten un buen día, hija.

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Respire hondo antes de salir del vehículo y entrar al edificio. Tenía miedo de encontrarme con Edward porque no sabría cómo actuar.

Que alguien lo golpee para que deje de ser guapo.

—¡Sara! ——por instinto golpee en el rostro a la persona que me grito—— ¿¡Porque hiciste eso!?

—Perdón, perdón. A ver. ——Eric quitó las manos de su rostro, tenía un poquito de sangre en su labio y un rasguñon.

—¿Se ve mal? ——hice una mueca—— si se ve mal. ——aseguro.

—Perdón. ——el negó sonriéndome.

—No te preocupes. ——busque en mi casillero una curita y se la entregué, luego su semblante cambio a uno tranquilo—— ¿Cómo estás? Estuviste desaparecida una semana.

—Me resfríe. ——excuse, pareció creerme ya que no volvió a preguntar. Me acompaño hasta el salón, hoy me tocaba historia, por lo tanto me tocaba con Rosalie.

Por suerte pudimos tener algún tipo de conexión, así que podría decirse que le caigo bien.

—Nos vemos en el almuerzo. ——asentí. Mientras el profesor y varios alumnos se ubicaban en sus lugares, yo me acerque al mío.

—Hola, rubia. ——ella me devolvió el saludo con un beso en la mejilla.

—Ten ——me entrego un libro—— esto vimos durante la semana. Lo mejor sería que te pongas al corriente.

—Gracias ——me sonrió, luego prestamos atención al maestro que daba por empezada la clase.

¿Que si tenía la teoría que ellos también eran como Edward?

Definitivamente si pero ya había pensado mucho lo de ayer, y miedo además de plata nunca tuve.

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Guarde los libros restantes en mi casillero mientras hablaba con mi mamá.

—Solo fue un resfriado. ——volvi a excusarme, pero seguía sin creerme.