Sara || Crepúsculo Saga

003

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Edward...

¡EDWARD!

—Sara, Sara, despierta —estire mí brazo de golpe dándole a esa persona en la cara—— ¡PERO DESPACITO! ——mire quien era y fue Bella—— Tienes mucha fuerza

—Perdón ——acomode mí cabello mirándola mejor—— ¿Que paso? ——pregunte algo desorientada.

—Estabas gritando. ——suspire pesadamente—— creí que lo que te dio Jacob daba resultado —dijo mirando la cabecera de mí cama—— ¿Puedo preguntarte algo? ——asentí—— Jacob, ¿Te hace feliz? ——afirme con la cabeza—— tendrías que darle una oportunidad. Amar lo que te hace feliz. ——sonrei a medias.

—Debería decir lo mismo. ——ella sonrió sonrojada—— ¿Cómo van las cosas con Demián?

—Estamos avanzando. Quiere conocerte y a Jacob igual. Ya hablo con Charlie. ——frunci el ceño al ver su rostro consternado—— siento que es, como los Cullen. ——mordí mí labio inferior.

—Esperemos no se repita. ——asintio—— intentaré dormir, no te preocupes.

—¿Segura? ——asenti con una sonrisa—— bueno. Descansa Sara.

—Durme bien ——salio de la habitación. Me volví a acostar mirando el techo pensando en que puedo hacer.

Estoy jodida.

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Iba con Jacob a mí lado en el auto a un campo abierto para probar las motocicletas, pero estaba tan callado que conseguía preocuparme. En otros momentos era un parlanchín pero ahora.

—Si te dijera que no podía arreglarlas, ¿Que hubieras dicho? ——fruncí el ceño confundida.

—¿Dudas de tus habilidades? ——pregunte mirando la carretera.

—Claro que no. Correrán bien. ——aseguro convencido— Solo que, de ser inteligente, hubiera demorado más en arreglarlas. ——lo mire un segundo.

—De haberme dicho eso, te hubiera dicho mala suerte, pero tendremos que encontrar que hacer juntos. —asintio dándome la razón— ¿Ese es Sam Uley? ——pregunte apuntando una parte del acantilado.

—Si. El y su culto. ——por un momento vi como empujaban a otro de ellos. Frene de golpe por el susto.

—¿Lo viste? ——baje del auto con prisa. Voltee confundida al escucharlo reírse.

—No están peleando, Sara. Se zambullen. Da miedo pero es muy estimulante. ——volvi a mirar donde estaban ellos—— nosotros saltamos desde abajo. Dejamos que Sam y sus discípulos hagan alarde. ——camine hacia el confundida por el tono que uso.

—¿Tienes algún problema con el? ——apoye mí espalda en la puerta de la camioneta cruzada de brazos.

—No se. Se creen los dueños del lugar. Embry solía llamarlos monitores en esteroides. Ahora míralo.

—¿Ese es Embry? ——pregunte al ver a otro de ellos.

—Si. ——respondio cabizbajo.

—¿Que le ocurrió?

—Dejo la escuela. De repente, empezó a seguir a Sam como un perrito. Lo mismo ocurrió con Paul y Jared. Sam no deja de Darme miradas, cómo que está esperando por mí. Y está empezando a asustarme.

—Ignoralos. ——hable después de unos segundos en silencio.

—Eso intento. ——sabia que le costaba un poco. Al ser familiar de Billy, Sam iba todos los días a su casa.