Pontifex

Capítulo 8: Un poco de frío cálido

Se había tomado unos cuantos minutos, necesitaba dar algo de tiempo, no quería tomarse demasiado tiempo en ese lugar, no sabía si era porque definitivamente estaba algo tenso o porque ya no le gustaba ese lugar.

Aun así, se llevó una decepción cuando se dispuso a buscar en silencio por una gran parte del bosque y no encontraba a quien buscaba.

— Hola, Hawk. — ese era Lumi, Hawk se giró para verlo, él... estaba curiosamente más feliz y sonriente de lo usual. Al menos alguien sabía mantener el humor aun sabiendo todo lo que estaba pasando.

— Hey Lumi

—¿Buscas a alguien?

—Lisa, ¿se encuentra aquí?

—Vendrá dentro de dos horas.— contestó Aiden detrás de Lumi, parecía que estaban juntos desde antes de que Hawk llegara. —puedes esperarlo allí dentro.

Se refiere a la mansión, si, no estaba con esa intención aunque...

Bueno, no perdía nada. De todas formas, estaría aburrido en su hogar hasta que Lisa decidiera llegar.

Aunque estaba desesperado por la ausencia de Lisa, estaba algo curioso por la presencia de estos dos. Conocía a Lumi y a Aiden, solo de nombre y por alguna que otra cosa que había hecho, pero solo eso. Nada más.

Tenerlos enfrente le había dado una especie de curiosidad ya que no tenía ni idea de... cómo se habían conocido y se llevaban tan bien.

— Te noto curioso. — el comentario lo había dicho Lumi con una sonrisa. —¿Quieres preguntarnos algo? Ten la libertad.

—Aunque si realmente quieres, te recomiendo que nos quedemos en la mansión, Lumi habla demasiado.

Escuchó alguna que otra queja proveniente de Lumi, sin decir nada, decidió seguir las órdenes de Aiden.

...

No recordaba cómo era el interior de ese lugar y debía admitir que se veía más cálido de lo que realmente pensaba, la temperatura en su interior era más cómoda que en el exterior. Aunque no estaba del todo seguro de si era porque las temperaturas de ambos portadores ya no le afectaba por completo.

Aun así, agradece la idea de que al menos podrían estar un poco más relajados. Sin embargo, algo que le había parecido curioso era que Lumi se había dispuesto a preparar algo en la cocina.

—¿Qué estás haciendo?

— Un chocolate caliente. — dijo, buscando la leche en el refrigerador. —dijiste que tenías preguntas, ¿no? Anda, es tiempo de hacerlas.

—¿Se conocían desde que llegaron?

—No. — dijo Aiden.

—Llegamos muy jóvenes.—continuó Lumi. —¿Qué edad teníamos cuando eso?

— Diez años.

Vaya, demasiado jóvenes.

—Ah, si, bueno, en realidad, te sabes una parte de la historia, Lisa nos rescató y nos trajo aquí. Pero antes de todo eso... yo fui el hijo más joven de una familia amorosa y conservadora... la cual era muy feliz y hermosa hasta que el menor de todos comenzó a desarrollar poderes.

—¿El único que desarrolló poderes fuiste tú?—él asintió. —¿y... cómo se enteraron tus padres?

— Nuestros poderes son complejos en ese sentido, se muestran de manera física.— le admitió.— es imposible ocultarlos delante de otros, por ende, al principio mis padres pensaron que yo estaba enfermo o "entrando en la adolescencia", hasta que me encontraron en la esquina de la sala con gran parte del lugar congelado y casi en pleno ataque de pánico... ¿sabes qué hicieron? Me llevaron al hospital, el doctor casi llama a la policía, mis padres tuvieron que rogarle para que no lo hiciera... sin embargo, un día, mi padre se sentó y me dijo de la manera más suave posible que... estaba maldito, y que estaría maldito por el resto de mi vida. —miró a Hawk. — sutilmente, me dijo que debía irme de la casa y que jamás debería regresar, ya que su reputación se vería manchada por alguien como yo y que solo sería cuestión de tiempo antes de que... algo allá arriba decidiera darme lo merecido.