Pontifex

Capítulo 21: sic mundus creatus es

Estaba cansado, sus músculos estaban deshechos y podía jugar que ardían como el infierno. Sin embargo, su primera reacción había sido relajar sus hombros y lanzar un suspiro, necesitaba un descanso.

Hasta que escuchó unos ligeros pasos desde el interior de su hogar, sólo para revelar una figura pequeña que cargaba en su mano una manta.

—¿Logan?— preguntó el niño quien estaba aún con su pequeña mano en su ojo, intentando acostumbrarse a la luz.

—Ash... — dijo sorprendido y agachándose a la misma altura que su hermanito. —¿Qué haces despierto?

—Escuché un ruido y no te vi en el cuarto.

Aunque ambos dormían en el mismo cuarto, pocas veces hacía el ruido suficiente como para ser escuchado por alguien más. Por ende, le parecía extraño que el pequeño le hubiera escuchado a la perfección.

—¿Qué haces despierto tú?— le preguntó él.

—Oh, ya sabes, entrenando.

—¿Por qué tan temprano?

Eran las 5 de la madrugada, y él llevaba como 3 horas metido en la piscina, de hecho, ahora mismo se encontraba secándose el cabello, precisamente por eso solo se agachó frente a su hermano, mas no lo tocó.

—Porque... quiero ser el mejor nadador...

Se incorporó, dándole la mano para disponerse a entrar a la casa, sus padres le regañarían si se enteraban que Ashton había salido a esas horas.

—¿Por qué quieres ser el mejor nadador?

—Por los premios— dijo sin darle demasiada importancia — la fama, mamá y papá.

—¿Pero... quieres serlo?

Se detuvo de repente, mirando al niño que jamás soltó su manta y el cual aún seguía mareado del sueño.

—¿Qué?

—¿Tú quieres serlo o solo lo haces por mamá y papá?

La pregunta estaba hecha desde la inocencia. Y lo sabía pero la pregunta por si sola era curiosa ya que nadie se había tomado la molestia de hacérsela.

Debía ser honesto, le gustaba, realmente le gustaba hacer esto, era su pasión, aunque hubo momentos en los que se cuestionaba por qué comenzaba a hacerlo en primer lugar.

—Ash, es demasiado temprano para hacer esas preguntas...

— No es justo que estés aquí tan temprano, te vas a resfriar.

—Ay Ash... no me resfrío, lo sabes.

—Pero hace frío...

—Oye.

Se detuvo para acercarse a él y agacharse una vez más, le mostró una cálida sonrisa.

—¿Quieres jugar a frío y caliente?

Él asintió con una emoción que había sido notable, con esto él había reído y lo acompañó a su habitación, en donde lo sentó en su cama y se dispuso a mostrar sus manos.

— Cierra los ojos. — le dijo, a lo que Ashton cerró los ojos, lanzando ligeras risas ya que no podía contener la emoción de dicho juego. — bien, debes decirme frío o caliente.

Le tocó suavemente la nariz, el pequeño dio un ligero salto y luego soltó unas cuantas risas.

—Frío.