Veinte

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Después de soltarle, Mali le exigió a Bardock caminar cinco pasos delante de ella y de mala gana el saiyajin tuvo que hacerlo. Se sentía ridículo. Nunca alguien lo había hecho andar como si fuera un prisionero, un esclavo o un niño regañado. Lo peor era cuando se le ocurría voltear a verla se la encontraba de brazos cruzados y viéndole como si quisiera despellejarlo vivo. No supo muy bien el motivo, pero la comparo con Freezer. Ambos eran pequeños, se veían inofensivos a simple vista, pero eran terribles. Aunque Mali solo lo era cuando se enojaba. No dudó un segundo en sujetarlo por la cola y someterlo hasta que quedó satisfecha con su castigo.

-Yo no sé como son las cosas en tu planeta, pero aquí no andamos besando a la gente a la fuerza- le dijo Mali la tercera vez que él la miró por encima de su hombro- Si hay algunos que lo hacen...¡Pero está muy mal visto y hasta penado por la ley en algunas partes!

-Ya te dije que nosotros solo...

-¡Pues eso está peor!-le gritó Mali- ¿Qué se supone tengo pensar si un tipo que dice su especie solo se...se...se apa... se aparea para procrear me besa?- Bardock la miró de reojo- Y para colmo no besa bien- murmuró Mali, pero él pudo oír lo que dijo- Aquí las cosas son diferentes. Te apareas solo con quien amas. O eso es lo que se supone debiéramos hacer... Ahora que lo pienso creo que aquí lo hacemos mucho peor, pero de todas formas no solemos intentarlo sin el permiso de la otra persona.

Bardock chasqueo la lengua y volvió la vista al frente. Ella, en un punto, tenía razón. Ambos eran de dos especies parecidas, pero muy diferentes a la vez. Lo que para uno era normal, para el otro no lo era. Él era mucho más conciente de eso, sin embargo, su trabajo no era socializar con otras especies. Si Bardock hubiera sido enviado a la Tierra, hubiera destruido a la población sin detenerse a mirar nada.

-Oye Bardock- lo llamó Mali con una voz más dulce- Si tu cola es el punto débil que tienes ¿Por qué no te la quitas o es que tiene alguna función? ¿Y por qué no te crece el cabello? Llevamos casi tres semanas aquí y tu cabello se ve igual...

Esa mujer era bastante observadora. De forma muy breve, Bardock le explicó el porque de su cola, pero respecto a su cabello no supo que decir. Era cierto que a los saiyajin el cabello no parecía crecerles, pero él nunca se preguntó por qué. Simplemente era así. Para su limitado buen ánimo contestar preguntas a Mali resultó realmente fastidioso, pues la chica una vez iniciaba no paraba hasta satisfacer por completo su curiosidad. Como para acabar con el interrogatorio, Bardock le hizo una pregunta de manera relajada, pero esperando diera resultado.

-¿Ustedes tienen una pareja única o cómo funciona?

Mali lo miró con curiosidad y le contestó sin ningún problema, y con mucho detalle, como es que los humanos buscaban pareja.

-¿Y tú tienes un compañero? ¿Por eso me rechazas?

-No...no tengo.

-¿Por qué no?

-Porque nunca me he enamorado- respondió Mali y sonó un poco triste- Obvio no soy virgen, como te dije antes aquí te puedes aparear con alguien solo porque lo disfrutas, porque estas aburrido, porque pensaste que habías encontrado a tu compañero y hasta por dinero, pero algunos no funcionamos así.

-Te gusta involucrar sentimientos- exclamó Bardock.

-Se puede decir que sí.

-¿Por qué?

-No lo sé. Solo es así- respondió Mali encogiéndose de hombros- La carne la estremece cualquiera, pero los sentimientos no. Es un sitio que no todos pueden tocar. Quizá es eso. La verdad nunca me he puesto a pensar al respecto.

Bardock la miró de reojo. Tuvo una idea del porque de su gusto por ella, pero no meditó  eso. Murmuró algo con disgusto del beso que le dio y se llevó la mano a la boca, sin notar que Mali había avanzado más rápido logrando caminar a su lado. Cuando la miró ella le sonrió y reafirmó lo que había dicho antes.

Era para mí Where stories live. Discover now