Ashley Clayton | Gossip Girl

5.09: Rhodes a la perdición

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En el Upper East Side, mantenerse con vida no es tan fácil como parece. Y después de la violación de seguridad de la semana pasada que no generó nuevos mensajes, parece que podría estar bailando conmigo misma.
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Una mañana nueva en Nueva York. Tenía un viaje de trabajo planificado, así que ese día me dedicaría a las preparaciones que conlleva un vuelo a Europa. Antes que nada, iba a pasar por Brooklyn, ya que me había olvidado mi bolso el otro día y tenía mis documentos.

Cuando llegué al loft, me encontré con la puerta sin llave, por lo que simplemente la abrí. Dan estaba sentado en la mesa, frente a su computadora portátil, tecleando con pasión.

— Eso es lo que me gusta ver, que escribas de nuevo —sonreí acercándome—. ¿Qué es? ¿Una novela de estudiantes de segundo año? ¿Una historia corta?

— Es más como una refutación. Estos amigos online son como cucarachas —bufó—. Matas a una, y aparecen tres en su lugar.

— ¿Realmente estás siendo ese tipo de autor que lucha contra cada reseña negativa en Amazon? —cuestioné atónita—. La gente puede pensar que has perdido la cabeza.

— Es por eso que tengo a DanFan, el incansable avatar online que he creado para rechazar las criticas...

Bueno, efectivamente perdió la cabeza. Me quedé parada del otro lado de la mesa, mirándolo con una expresión seria.

— Alessandra no me ha devuelto mis llamadas, así que tengo que luchar contra esta batalla por mí mismo.

Le bajé la pantalla de la computadora, impidiéndole seguir

— Eso es todo. Estuve callada mientras irrumpiste a la fiesta de Blair y cuando no fuiste a la gira por segunda vez. Esperaba que, con el tiempo y el apoyo suficiente, te dieras cuenta que incluso aunque el libro no hubiera ido tan bien como esperabas, todavía sigues teniendo todo tu futuro delante de ti. Estar encerrado no hace que te recuperes.

— Estaba defendiendo mi honor, mamá.

— Hablo en serio —me crucé de brazos—. Es hora de dejar Inside atrás y salir afuera. Me enteré que es la fiesta de Cece esta noche, sería bueno para ti ir.

— Bien, de acuerdo —suspiró derrotado.

— Ahora, ¿dónde están mis cosas? —cambié de tema—. Las necesito para el vuelo.

— Las dejé arriba de la cama.

Asentí antes de dirigirme a su habitación. De verdad no pensaba dejar esa silla todo el día.

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Parece que no soy la única que todo el mundo desprecia. Los fans del Chico Solitario poco a poco van disminuyendo, pero quienes lo odian van adelante y se multiplican. ¿Mi favorito? @ODIOAHUMPHREY
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Stella y yo bebíamos café en mi cama mientras leíamos el artículo que habían incluido en la revista New York de esta semana.

— Mis servicios han dado frutos —Stella habló orgullosa—. Están tomando como ejemplo tu pasarela de Valentino del sábado para argumentar por qué podrías convertirte en la próxima Gisele Bündchen, siendo la modelo más solicitada. Y no solo por tu carisma innato, sino por la fiereza de tu catwalk. Buen trabajo.

— Aunque considero muy extremo que me comparen con tal inminencia del modelaje, no puedo no sentirme un poco feliz porque el esfuerzo ha resultado —sonreí—. Al menos en parte... ya que tampoco se han abstenido en comentar que ambas salimos con un jugador del New England Patriots —resoplé, leyendo el final artículo—. La diferencia es que ella se ha casado y ha tenido un hermoso bebé, mientras que yo solo bebí una copa en Ibiza hace cuatro años.