𝐍𝐨 𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐡𝐚𝐛𝐥𝐚𝐧 𝐝𝐞 𝐭𝐢...
Una escuela privada, pero no vida privada. Lo que sea que los estudiantes hacen, va directamente a su blog. La desconocida pero escandalosa Gossip Girl, le da problemas a los...
══════════════════════ A veces, buscar respuestas solo conduce a más preguntas. Y a veces, es mejor no saber. Pero la mejor manera de evitar dar una respuesta, es evitar la pregunta por completo. ══════════════════════
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El día había empezado con una ola de reuniones matutinas. Como el verano está por comenzar, hay itinerarios que controlar y puntos por definir. Son tiempos decisivos.
Había recibido un mensaje de Nate cuando la última reunión estaba por terminar. Al parecer Chuck había llegado a una especie de acuerdo con Diana que supuestamente la sacaría del Spectator para siempre. Hay un periódico en Londres que necesita un lavado de cara, Charles ha hecho arreglos para que Diana se haga cargo a un bajo precio. Es un buen negocio para él también.
Me sorprendió enterarme que Diana accedió, ya que no tenía pensado rendirse con su idea de liderar el Spectator, aun cuando tenemos información que puede mandarla a la cárcel... y ahí fue cuando me enteré lo que Chuck le prometió. Y es que, solamente se marcharía bajo la condición de que Nate no expondría su profesión anterior. Quiere irse con su reputación aún intacta.
Obviamente no podemos dejar que se salga con la suya. Nate y yo hemos estado ideando un plan para conseguir que desaparezca sin que nosotros paguemos las consecuencias. Por lo que me dirijo al Empire cuando termino mis obligaciones.
Veo a Chuck y Diana firmando unos papeles en el bar de la suite, pero no me detengo hasta llegar a la habitación de Nate. Él se acerca cuando me ve.
— Hey —sonreí.
— Hey.
Nate se inclinó para darme un beso. Cuando nos separamos, dejé mi bolso sobre su cama.
— Entonces, ¿ella está aceptando la oferta?
— Consiguiendo todo lo que quiere —se quejó enojado—. No ha hecho más que mentirnos, ahora está siendo recompensada por ello.
— Bueno, al menos se irá pronto.
— Sí, probablemente deberíamos advertir a Londres. Quiero decir, ella estará jugando exactamente a los mismos juegos allí, y no hay nada que podamos hacer para detenerla.
Lo considero por unos segundos.
— Tal vez podamos —dije—. Chuck acordó en que tú no revelarías el secreto de Diana... pero él no dijo nada sobre mí.
Nate me miró en silencio.
Entonces los dos nos damos la vuelta, observando por el espacio de la puerta a Chuck y Diana estrechar sus manos.
•••
Minutos más tarde, nos sentamos en la cama mientras esperamos. Diana le había extendido una nota a Chuck mientras conversaban a pocos metros del elevador.
