Ashley Clayton | Gossip Girl

3.13: El relicario del dolor

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"Era la mejor de las épocas. Era la peor de las épocas". Parece que Dickens conocía algo sobre la vida en el Upper East Side, donde lo único en lo que puedes contar es que el tiempo lo cambia todo.

Se dice que S dejó la política para dedicarse más a su corazón. Y parece tratarse de una relación que traerá problemas. Maravilloso.
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El receso invernal fue más como un receso infernal. Los días que supuestamente están hechos para descansar, fueron completamente turbulentos. Estuve llena de trabajo y, sumando Navidad y Año Nuevo en el medio, no pude siquiera tomarme un tiempo para pensar sobre mi situación.

Nate y yo no hemos cruzado una palabra desde el hospital. Semanas sin una llamada o un mensaje de ambos lados. ¿Qué significaba eso? Ni idea. Lo único que sé es que estuvo fuera de la ciudad. Y, según Gossip Girl, se había acercado mucho a Serena después del accidente... No quise indagar al respecto. Si era así, debía enterarme de otra manera.

Aún no estaba segura de lo que había pasado en nuestra última discusión. No tuvimos una conversación formal para acordar nuestro futuro, así que por ahora elijo continuar con la monogamia hasta conseguir una respuesta concreta.

Llamada entrante: Blair.

Oh, esa es otra cosa. Blair no había parado de llamarme con insistencia. Al principio ignoré sus llamadas, luego las rechacé, creyendo que de esa forma entendería que no quería charlar... algo que no sucedió. También tuve la idea de apagar mi teléfono, pero decidí ser bondadosa y atender, a pesar de saber que su intención era la misma de hace días.

— ¡Ash! Por fin contestas el teléfono.

— No seas exagerada, Blair —dije sin ánimos, terminando mi desayuno—. Hablamos hace unos días.

— ¿Es una broma? La última vez fue en Año Nuevo —se quejó—. De hecho, a penas lo hicimos, te excusaste con un pastel.

— La comida no es necesariamente una excusa —alcé una ceja.

— Ashley...

Largué un gran suspiro. Al parecer no va a dejar que me salga con la mía.

— No hay de qué preocuparse —resté importancia—. Estoy perfectamente bien. Solo estuve un poco ocupada.

— ¿Y por eso no hablas con nadie hace semanas?

— Sí, más o menos —me rasqué la nuca.

— ¿Qué hay con Nate?

Me asombró lo mucho que tardó en hacer la pregunta. La respuesta verdadera sería contar que he escuchado tantas veces Everytime de Britney Spears que ya es vergonzoso... Pero eso no va a suceder.

— Absolutamente nada —respondí, jugando con los arándanos en mi plato—. Pero no quiero hablar de eso todavía.

— ¿Y Serena?

— Menos —resoplé—. Me enteré que se recuperó por parte de Lily. Me alegra que se encuentre bien.

No era totalmente cierto, pero tampoco es como si quisiera que le sucediera algo malo. O al menos no tanto...

— Me imagino —contestó escéptica.

— Si algo ocurre entre los dos, espero que sean lo suficientemente maduros para decírmelo —subí mi tono—. Como amiga y... novio. O lo que sea.