Entre los abismos de la oscuridad emergen las cadenas de la desesperación por escapar de aquél internado sombrío y lleno de secretos.
¿Eres tan valiente para luchar contra la oscuridad?
¿Dejarás sumergirte o escaparás para salvarte?
¿Eres capaz de m...
"Desearía que la humanidad tuviera un cuello así podría ahorcarla"
- Carl Panzram
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Naron
Mi tiempo pronto acabará, es momento de irme.
Salí en busca de Jaina, estuvo alterada con todo el asunto de Shun y Sasha.
Poco interactuamos pero me agrada un montón, me dieron permiso de hornear unos panecillos así que se los llevaré.
Anoche no fui a misa por una tremenda jaqueca, espero poder conversar con ella al menos por unas horas, me acerqué al guardia y en compañía de un enfermero subí la piso de las inofensivas.
Al pasar las chicas me dedicaban ciertas sonrisas.
—La habitación se encuentra vacía —le dije al enfermero al no verla.
—Debió ir a su sesión de ayuda, y tú debes asistir a clase de manualidades.
No quise discutir y obedecí.
Fuimos de regreso al área S, he de decir que la convivencia con el edificio de mujeres evita que mucho caigan en la locura, las reglas nos impiden mantener una relación sentimental pero no quiere decir que no te puede gustar alguien.
Dejé los panecillos sobre mi mesa, será un desperdicio tirarlos.
De reojo observé a una persona sentarme a mi lado, al verle le sonreí y comencé a hacer las pulseras de hilo.
—¿Puedo probar? —preguntó apuntando mi panecillo.
—Claro, toma.
Dio un gran mordisco pero no pareció gustarle, me removí nervioso en mi lugar, sus ojos oscuros se posaron en mí y luego en el panecillo.
Los guardias están atentos a cada pequeño movimiento que haga.
—¿Q-que tal está? —añado cortando el hilo.
—Nada mal —aquello me devolvió la vida y pude soltar el aire contenido—. Pareces gallina asustada, compañero.
—No, Conrad, es que me preocupa mi amiga Jaina.
Bufó en cuanto escuchó su nombre.
—Jaina, Jaina, Jaina, donde vaya escucho ese maldito nombre.
—Lo siento.
—Eres amigo de Shun, ¿la viste?
—No —confesé de inmediato—. Pero sé que volverá al igual que Jaina y juntos nos iremos.
—¡Ja!, sigue soñando con irte, no eres nadie importante.
—Si no soy nadie importante porqué hablas conmigo.
