Ragen

Epílogo

Me brindaron ropa limpia y café caliente, luego de recibir tratamiento médico fui transportada a la comisaría para empezar con el interrogatorio.

Todos hablaban de la tragedia ocurrida, algunos pacientes lograron escapar gracias a que tomaron las ambulancias y llegaron al pueblo.

Jugué con mi vaso vacío mientras esperaba al comisario, además, esperaba noticias de él.

La puerta fue abierta dejando ver al comisario y un policía, se sentaron frente a mi y dejaron un falder sobre la mesa.

—Señorita Bloose, hemos revisado la información que nos dijo y encontramos algunas falencias.

—Dígame, oficial.

—Naron nunca fue detective privado, fue internado por matar a su hermana, sufre de delirios psicóticos.

—No puede ser, él confesó ser detective.

Él negó.

¿Me considera loca?

No les dije ninguna mentira.

—Encontramos un cuerpo incinerado que corresponde a Naron, claro que hay muchos cuerpos por identificar. Además, los nombres de Antoni, Frank, Verna, Emett, Conrad, Orlan y Shun no están registrados.

—¿Sabe algo de Ragen? —añadí con incertidumbre.

—¿Ragen qué?

—No sé su apellido —confesé, debí hacer más preguntas.

Entonces la conversación que tuve con Frank vino a mi mente.

—Bathory, creo que así apellida —añadí insegura.

Le indicó al otro oficial salir, me volverá a hacer más preguntas.

—Ese joven, ¿estuvo internado con usted?

—Si, en el área S.

—Señor, conseguí información —el oficial ingresó alterado—. Una joven llamada Kenia acaba de dar su testimonio.

¿Kenia?

Si ella está muerta.

Su carne fue comida para el internado, cómo pudo descifrar un muerto.

En la mesa dejó una fotografía de un niño con ojos grises, lo reconocí de inmediato.

—Es él, es Ragen —apunté la foto con emoción pero ambos oficial me miraron con locura.

—¿Es usted consciente que sufre de esquizofrenia?

—¿Perdón?, no, claro que no. Estoy sana.

—Fue internada por eso, eso muestran sus exámenes médicos —el comisario se ajustó la corbata—. Oficial, proceda con la información.

El hombre asintió.

—El niño en la foto es hijo de la difunta hermana Nadia, ella la cuidaba todo el tiempo y le confesó a usted cómo fue que murió su hijo. Kenia afirma que se obsesionó al ver la foto del niño, mismo que murió ahogado en la bañera de su hogar, usted lo comenzó a llamar Ragen y le pedia a Nadia contarle cómo era su hijo.

—No, no, es mentira.

—Ragen no existe —dijo el comisario con tono severo—. Todo está en su mente.

—¡¡¡¡No, él existe!!!! —exclamé golpeando la mesa—. ¡No estoy loca!

—Ese niño se llama Reiner Haarmann, señorita, recuerde, todo está en su mente.

—¡¡¡¡¡Ragen ven por mi, por favor, no estás en mi mente, no lo estás!!!!! —grité tirando la mesa.

—¡Cálmese señorita Jaina!, ¡traigan los sedantes!

—¡Ragen!