Veinticuatro

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"Sí, tengo remordimientos, pero ni siquiera estoy seguro de si son tan profundos como deberían ser. Siempre me he preguntado por qué no siento más remordimientos"

- Jeffrey Dahmer

- Jeffrey Dahmer

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Antoni

Cada recuerdo es un puñal en mi alma, las lágrimas caían con cada pensamiento, cada imagen de su rostro sonriente y ojos llenos de vida. No podía comprender cómo algo tan valioso podía desvanecerse por culpa de alguien a quien entregué mi corazón.

Emprendí su búsqueda, no puede salirse con la suya, no después de hacerle daño a quién apreciaba con todo mi corazón.

¿Por qué?

¿¡Por qué!?

Emett pasó corriendo frente a mí y se metió al comedor con rapidez, Ragen aún permanece en el área S, es por eso que todos lo buscan con desesperación.

Con sigilo ingresé, al notar mi presencia se quitó el casco y con el ceño fruncido me miró.

—¿Qué haces parado?, ¡busca a Ragen!

—Mentiroso.

—¿Qué?

Apreté la cadena, ahora número dos y yo somos unos mismo, deseamos cosas similares y distintas a la vez, quiero dejarme llevar por el dolor pero a la vez no puedo lastimarlo.

¿Por qué debo aferrarme a alguien que sólo me ha usado y lastimado?

El dolor en mi pecho es abrumador y asfixiante, la pérdida de mi mejor amiga se había convertido en un peso insoportable. Sentía como si me hubieran arrebatado una parte de mí, dejándome vacío y desamparado.

Recordaba las risas compartidas, los secretos confiados y los momentos de complicidad. Éramos como hermanos, inseparables, ahora, ella se había ido y de una manera aberrante fue ultrajada.

A veces, la tristeza me abrumaba y me sumía en la oscuridad al momento de recordarla, pero sabía que tenía que seguir adelante por Emett.

Sin prestarme atención se dirigió a la biblioteca, lo seguí como un perro sigue a su dueño, unos cuantos cuerpos se encuentran tirados por el lugar, uno de los focos no funciona, él se metió hasta el fondo del lugar mirando minucioso cada sitio.

Soy tan dependiente de él que ni puedo tocarle un pelo.

¿Lo amo o dependo de él?

Moví la cadena que se enredó en su motocierra bañada de sangre y con pedazos de carne, con rapidez tiré y lancé su arma lejos, Emett amplió su sonrisa y corrió en busca del arma, sin embargo volví a tirar de la cadena y conseguí que el objeto caiga a mis pies.

Lo tomé y envolví la cadena en mi mano, como si fuera un guante.

¡¡¡Mátalo!!!

—¿Por qué? —cuestioné lanzando la motocierra por la ventana más cercana.

RagenWhere stories live. Discover now