Veintitrés

8 2 0
                                    

Jaina

Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.

Jaina

En cada pasillo hay gran cantidad de cuerpos, todos con el mismo corte en la garganta, las paredes se pintaron de sangre.

Conrad disparaba sus flechas mientras que nosotras tratábamos de seguir su ritmo apresurado, todos parecen bestias hambrientas de sangre.
La habilidad que muestra es bestial, es rápido y acerta a todos sus objetivos, mi piel se congela la verlo matar.

En un momento me inquietó inhalar el gas pero él dijo que no nos pasaría nada, los ductos de ventilación ya estaban cerrados. Ragen pasó corriendo por uno de los pasillo siendo seguido por tres sujetos, sin hacer caso a las advertencia de Conrad fue tras él y al encontrarlo los cuerpo yacían inertes en el suelo. Su rostro tapado por la máscara seguro me habría dedicado una sonrisa.

—Estás con vida —puso su mano sobre mi cabeza—. Te dije que eres más fuerte de lo que crees.

—Aún no aparecen ellos —Conrad cargó una flecha—. Vendrá por ti, lo sabes.

—Lo estoy esperando.

—Jaina, que no se exceda, si se debilita no tendremos la oportunidad de salir con vida —el rubio se dirigió a mi.

Mi tarea es simple pero dado que no puedo ordenar y controlar a Ragen las cosas se complican, Shun me abrazó antes de irse con el ruso.

Volveremos a vernos.

—Quédate en todo momento detrás mío.

—¿A cuántos mataste? —giró a verme.

—Casi a dos edificios enteros.

Di un paso atrás.

Es demasiado, inhumano.

—Eso es imposible para un humano.

—Soy más que un insignificante humano, soy una bestia sedienta de sangre.

—Con exactitud, dime un número de víctimas.

—Me encantaría escuchar tus alabanzas pero ahora mismo no es el momento. Dime, ¿lo mataste?

—Se tragó la llave, lógicamente tuve que abrir su estómago.

—Un gran mérito —mientras él conversaba con normalidad frente a mí cortó gargantas y en algunos sólo utilizó sus manos para romper sus cuellos—. Sabía que encontrarías el túnel.

—Fue tu plan desde un inicio, ¿verdad?

—Efectivamente, desde conocernos hasta este punto, cada interacción tuvo un propósito, Jaina, te necesitaba.

—¿Por qué?

—Una distracción que mantenga ocupado tanto a Samuel y Omar, gracias a la información que tu padre guardaba te volviste una pieza clave para mover mis piezas con libertad.

RagenOù les histoires vivent. Découvrez maintenant