Veintiséis

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"Ni siquiera sé si tengo capacidad para sentir o no emociones normales, porque no he llorado por mucho tiempo. Los sofocas por tanto tiempo que tal vez los pierdes, al menos, parcialmente. No lo sé"

-Jeffrey Dahmer

-Jeffrey Dahmer

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Ragen

Al verla en un estado deplorable es evidente que dio su mayor esfuerzo a pesar de estar en desventaja, me quité los guantes para tocarla, al sentir mi frío tacto abrió los ojos con rapidez.

—Estoy bien, creo, me duele la cabeza. ¿Dónde estamos? —preguntó

—En la capilla, fui a tu habitación pero no te encontré.

—Alguien me golpeó la cabeza.

—Están buscando en los demás pisos, es nuestra oportunidad de salir por la cocina, vamos.

Tomé su mano y la dirigí hasta la puerta, es su estado no creo que resista mucho, no está acostumbrada como yo.
Puse mi mano sobre la perilla pero me detuve en seco al sentir un olor peculiar. Empujé a Jaina con la fuerza necesaria para apartarla lejos, la explosión me mandó directo al suelo, mis oídos tienen un molestoso pitido que me privó del sentido auditivo, gracias a mi mejilla sentí el frío del piso, fue un intento de mantenerme consiente forzando a mis demás sentido a permanecer atentos, la fuerza que necesito para levantarme se fue.

Una nube de humo y escombros se levantó volviendo todo oscuro.
Mis ojos cansados se cerraron, no deseaba pensar en nada, sólo descansar hasta que vuelva a conseguir la fuerza.

Debe ser una maldita broma.

¿Ya te rendiste?

No olvides lo que sentiste ese día.

Levántate.

Levántate y házlos pagar.

Mis ojos se abrieron de golpe, volví a mi pesadilla viviente o todo es... ¿un sueño?

Son cosas diferentes pero ninguna parece ser real.

El simple hecho de estar tirado en el suelo me hizo divagar en recuerdos, tormentosos y oscuros momentos de mi vida, mismos que me llevaron al punto donde estoy ahora.

Me preguntaron si me arrepiento de mis decisiones.

La respuesta es más que evidente.

No me arrepiento.

Eres un inútil —dijo lanzando lo primero que agarró en mi dirección—. Tenías que torturarlo físicamente no romper su mente.

No sé porqué lo hice, al verlo vulnerable mi boca se abrió sola y toda la fortaleza del hombre se quebró.

RagenWhere stories live. Discover now