✓ | DECAY → ethan landry

━ 𝟑𝟎

𝐜𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐭𝐫𝐞𝐢𝐧𝐭𝐚

ROBIN SE PARÓ nerviosa ante la puerta del edificio abandonado y tiró de ella para abrirla haciendo que el chirrido oxidado atravesara el espacio abierto. entró en la oscura habitación mirando a su alrededor con los ojos entrecerrados intentando encontrar la figura de ethan.

un aullido escapó de su boca al sentir una cuchilla en su cuello y su espalda fue apretada contra el pecho de alguien, - ¡soy yo! ¡soy robin! - exclamó, tirando de la muñeca de la persona.

- Lo siento, nena - murmuró él, sacándole el cuchillo de la garganta y guardándoselo en el cinturón. - Hay que tener cuidado, ¿sabes? - le pellizcó la barbilla entre el pulgar y el dedo y le acercó los labios a los suyos, pero Robin no correspondió a la acción.

Ethan frunció el ceño y se separó de ella. - ¿Estás bien? - murmuró, frotándole los hombros para intentar calmarla.

- Sólo un poco ansiosa.

- No lo estés - le quitó importancia, - nunca dejaré que te pase nada.

robin asintió intentando fingir una sonrisa cuando sintió que su mano se deslizaba entre las suyas y él tiraba de ella hacia la habitación del fondo. robin se dio la vuelta fijando la mirada en la figura oculta de kirby y la mujer le hizo un gesto tranquilizador con la cabeza.

- Ya tengo listo nuestro próximo plan - le sonrió emocionado y robin asintió, - va a ser matador.

ethan se sentó en la cama improvisada tirando de robin hacia abajo con él y comenzó a litter besos a lo largo de su mandíbula. robin no podía negar que el afecto hizo girar su cabeza, pero ella tenía que permanecer centrada.

los labios de ethan envolvieron su piel mientras succionaba ligeramente haciéndola gemir suavemente y su mano agarró el cuchillo de su cinturón mientras lo sacaba clavándoselo en el costado.

la mandíbula de robin se desencajó cuando un grito brotó de su garganta y ella cayó flácida sobre su pecho sujetándole los hombros mientras él retorcía la hoja,
- ethan... - gimió de dolor.

el chico frunció el ceño apartando la mirada de ella mientras sacaba el cuchillo, - de verdad que lo siento por esto, rob. - susurró, pasándole la mano por el pelo mientras una lágrima resbalaba por su mejilla.

empujó a la chica de su regazo con cuidado dejándola sobre la cama para que se desangrara y volvió a la habitación principal.

- ¡Ya puedes salir! ¡Acabemos con esto!

el resto del grupo salió de sus escondites - cinco contra uno, ¿cómo podía ser eso una lucha justa?

Ethan sacó una pistola que llevaba escondida en la chaqueta y apuntó a Tara disparándole en el abdomen, haciéndola doblarse de dolor.