Entrenamiento oficial

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26 de abril de 2028

Tessa

Respiré hondo y aguardé pacientemente mi turno en la sala de espera de la oficina de la dirigente Lourd. El sillón era de cuero, cómodo, lo suficiente para hacerme sentir cómoda y aliviar mi cuello. No había dormido nada el día anterior. No por trabajo, Alex me había mantenido despierta toda la noche, reconciliándonos. Últimamente, había mucho de eso. Más peleas, más reconciliaciones. No me quejaba por estas últimas, pero odiaba discutir con él.

Revisé los mensajes de mi teléfono, cuestiones relevantes que podría atender ni bien llegara a la base. Respondí algunos y guardé el aparato cuando escuché que la secretaria me llamaba. Le agradecí y pasé hacia la oficina.

Era grande, imponente, casi como la del presidente en las películas de antes. Había un escritorio de madera oscura en el centro y detrás de este, sentada con la espalda recta y una expresión seria, estaba la dirigente Lourd. Era una señora entrada en los cincuenta, con una afición a los trajes de tres piezas y las faldas tubo hasta las rodillas. Sus ojos grises analizaban todo y a todos, pero era una buena mujer y lo más importante, una política decente.

―Me complace recibirla, señorita Blandenwell, aunque me intriga la prisa con la que solicitó esta reunión ―saludó cordial, entrelazando los dedos delante de ella.

―Es un asunto urgente, señora. Créame, no la estaría molestando de no ser el caso.

Le extendí la carpeta marrón que traía consigo y la abrió. Dentro, estaba detallado el progreso de Iriana y Matthew, todas las tareas que habían realizado, los exámenes a los que Blancher los había sometido y una lista de sus habilidades. Leyó todo el contenido y me contempló, expectante.

―¿Qué espera que haga con esto?

―Vine a comunicarle que quiero incluirlos en el SEHA.

Su boca se abrió, pero nada salió de ella.

La iniciativa del grupo H.A.V. había tenido lugar gracias a que lo habíamos diseñado juntas. Gran parte de la idea inicial se mantuvo, pero para poder llevarlo a cabo tuve que acatar algunas de sus modificaciones. Yo tenía voz para los entrenamientos y todo lo que tuviera que ver con la base y ella podría utilizarlos cuando así lo requiriera, yo tenía que obedecer y enviarlos a la misión.

Incorporar a Iriana y Matt me parecía prudente. No podían explorar sus fortalezas y debilidades en el Primer Comando. Al principio, había reunido a los H.A.V. que no eran influenciados por el chip en el equipo de Kara y Carter, pero luego me di cuenta de que no era una lucha justa. Con Iriana y Matt en el SEHA, estaba segura de que crecerían mucho más.

―Lo siento, no comparto tu opinión.

Me quedé helada.

―¿A qué se refiere?

―¿Cómo puedes estar segura de que la salud mental de estos chicos no se interpondrá en su rendimiento en la división?

Tragué con fuerza y apreté los puños detrás de mi espalda, conteniéndome para no soltar improperios para nada dignos de una comandante.

―Los exámenes que hemos hecho muestran que...

―He leído lo que muestran, Tessa. Su sinapsis es inestable, no sabemos lo que puede hacerles ese suero extraño que les borró los recuerdos, mucho menos sabemos quiénes lo hicieron. Podrían estar trabajando para ellos, si les lavaron el cerebro, también podrían haberlo hecho con otras cosas.

2. La olvidada ©Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz