El chico de la habitación 230

Capítulo Especial

La primavera es una de mis estaciones favoritas, ver como la naturaleza florece y viste a la ciudad es uno de los placeres de la vida que más disfruto; sin embargo, por alguna razón, el día de hoy la ciudad luce más radiante de lo habitual.

No sé si se debe al clima tan fresco y a la brisa juguetona que no deja de jugar con mi cabello, o a las flores que danzan con el viento y tiñen las aceras con sus vistosos colores, o quizás solo soy yo quien mira con otros ojos las calles de Londres en esta tarde de abril.

No importa realmente la razón, pero he de admitir que mi padre tenía toda la razón cuando dijo esta mañana que el día estaba perfecto para salir y vivir una gran aventura, y no para quedarse encerrado entre cuatro paredes leyendo.

Sin embargo, sé que mi padre no entendería que incluso encerrado en mi habitación tendría la oportunidad de vivir una grandiosa aventura el día de hoy, pero mi madre, quien creí que lo entendería, ha apoyado a mi padre y entre ambos prácticamente me han obligado a salir y venir al Pear Tree Café y ahora que estoy aquí, puedo comprender realmente el interés que tenían de echarme de casa.

A las afueras del café, luciendo unos tenis blancos, un pantalón negro un poco holgado y una camisa de manga corta de tono café, me espera el chico de la habitación doscientos treinta, con su cabello perfectamente peinado y una postura que irradia sensualidad desde aquí al espacio.

―Debí sospechar que estabas detrás de todo esto cuando mis padres casi me sacan a patadas de la casa ―él me obsequia esa sonrisa que sabe que derrite mi corazón y se inclina para dejar un beso en mi mejilla―. Hola, Gri.

―En mi defensa tus padres me adoran, no es mi culpa que quieran muy amablemente ayudarme en cada una de mis locuras ―me obsequia un guiño y me ofrece la mano―. ¿Entramos? ―la tomo y entrelazo nuestros dedos para ingresar finalmente al establecimiento.

Es la primera vez que visito este café y no puedo quejarme por el lugar que Benji ha elegido, es simplemente muy lindo, distinto a las habituales cafeterías a las que estoy acostumbrado a asistir, este tiene una decoración muy sencilla, algunos focos de luz colgando en la pared de una forma elegante y la barra con una gran variedad de postres; sin embargo, lo que realmente se ha robado mi corazón, es la terraza al aire libre cerca del rio.

Griffin se toma el atrevimiento de pedir por ambos, no es la primera vez que salimos a comer a una cafetería, por lo que sabe sin ningún problema lo que me gusta comer, luego de ello me indica que salgamos y elijamos una mesa mientras esperamos la orden.

Me tomo el atrevimiento de elegir una de las mesas que están al final de la terraza, aquí puedo ver que hay un espacio entre el pequeño muro que concluye la terraza y el rio, dejando un perfecto pasillo que espero podamos recorrer Gri y yo luego.

―¿Por qué no habíamos venido aquí antes? ―veo al resto de los clientes disfrutando del aire libre y de la dulce melodía que ambienta el lugar, gracias a la pequeña banda que está tocando en vivo, pero en un volumen que no incomoda ni tampoco irrumpe en las charlas.

―Estaba esperando un momento especial ―vuelvo mi atención a él―. Aunque todos nuestros momentos son especiales ―toma nuevamente mi mano sobre la mesa y la aprieta suavemente, en respuesta le obsequio una de las sonrisas que solo él causa en mí.

―Exijo venir más seguido, ¿está bien? ―él asiente y alza nuestras manos para dejar un beso en el dorso de la mía, un ardor en mis mejillas aparecen y en respuesta desvío la mirada al rio con la esperanza de que no note que me he sonrojado―. ¿Crees que luego podamos caminar por allí? ―señalo el pasillo.

―Sí, por supuesto que sí, Jayden.

Él deshace la unión de nuestras manos y me giro para encontrar el motivo, lo que me permite descubrir que el mesero ha llegado y está dejando la comida en la mesa, una vez que concluye se retira. Veo la comida, Griffin ha pedido chocolate caliente para ambos y un trozo de pastel de chocolate, le agradezco por la elección y tomo el tenedor para comenzar a comer.