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Estabas colgando la ropa fuera de tu hogar, aprovechaste el dia para lavar la ropa y que se seque rápido con el sol.

-"Ugh... vas a estar todo el día fuera? Ven aquí conmigo!" Karaku se quejó desde la puerta en donde no daba el sol

-"Adoro lo días soleados!" Mencionaste sonriendole "Me gusta mucho recostarme en el suelo y disfrutar de su calor, así que aprovecharé tan bello día y estaré aquí afuera si me necesitas"

-"No es justo! Dejas a tu esposo solo en casa!"

Volteaste a verlo curiosa y te acercaste un momento para tomar su rostro en tus manos.

-"No estaré lejos, puedes verme desde aquí, sé que no puedes ir conmigo, pero vendré y estaré contigo después, si? Permiteme disfrutar lo que me gusta hacer, cosa que nadie me ha prohibido en mi vida" acariciaste sus mejillas con tus pulgares sonriendole

Sus ojos se abrieron grandes observandote hablarle con tanta dulzura y tratarlo de aquella forma, para luego ver como te alejabas lentamente y te recostaste en el césped sonriendo.

Karaku se quedó observandote en una mueca, ya que no podía acercaese a ti de esa forma.

No pensé que sería tan difícil...

En serio debo enamorarla? Es que simplemente no me puede dejar hacerla mía y ya?

No es como otras mujeres que caen enseguida ante el placer mezclado con la adrenalina.

Pero con ella va a ser más difícil incluso cuando llegue a conquistarla... porque no me la debo comer.

Además! Deberé hacerle compañía para que otros demonios no se aprovechen... creeyendo que pueden tocar lo mío!

Frunció el ceño de solo pensar en eso, y luego se dio cuenta de unas nubes negras en el cielo.

-"Oi! (T/n)! Parece que va a llover!"

-"Eh? Pero si el dia estaba tan hermoso..." murmuraste levantandote con cuidado y recogiendo rápido la ropa "No puede ser"

Te vio correr hacia las ropas pero las nubes fueron más rápidas, trayendo la lluvia antes de tiempo y empapando todo de nuevo completamente.

-"Uff ahora va a tardar más en secarse" te cruzaste de brazos "Mi manta está aquí y no estará seca para la noche, hará mucho frío..." te quejaste bajo la lluvia rendida

El demonio observó tu rostro de tristeza, y por más que tenía alguna frase en mente para responder a tu preocupación, optó por ir por otra parte.

Se dio media vuelta y comenzó a caminar fuera de tu hogar, saliendo bajo la lluvia observando las nubes negras que tapaban toda luz del sol.

-"Será rápido, soy más rápido" murmuró moviendo sus hombros en círculos, en su mano contaba con un abanico en su mano con forma de hoja

Con un solo movimiento, el cielo tardó unos segundos en dicipar las nubes al rededor de tu hogar, dejando la zona despejada y soleada que había antes.

El sol dio rápidamente en el cuerpo del demonio por un instante, el cual por el dolor a penas pudo moverse.

Aunque algo lo cubrió del sol, un peso y una manta sobre su espalda lo hizo caer al suelo, todo su cuerpo protegido por la sombra.

-"Estas bien?" Le preguntaste apoyada en su espalda sujetando firme la manta gruesa que lo cubria

-"No necesitaba ayuda..." dijo con cierto orgullo "Pero gracias... eso dolió..." se quejó mientras se regeneraba "Esta es tu manta limpia?? Seguro se volvió a ensuciar!"

Le sonreiste y apoyaste tu mejilla en su hombro.

-"He oído de hombres que dijeron a sus mujeres que moverian cielo y tierra por ellas, nunca vi a alguien hacerlo hasta ahora" reiste leve "Lavar de nuevo mi manta no va a matarme, vamos dentro de la casa, no quiero que te vuelvas a hacer daño"

Tomaste su mano con cuidado y se acomodaron para poder ponerse de pie y caminar hasta la choza cubiertos por la manta.

-"Volveré a lavar y a tender mi manta, enseguida volveré contigo para pasar la tarde juntos, si?" Le dijiste dejando un beso en su mejilla

-"Por supuesto!" Asintió sonriendo

Vio de reojo la espada que estaba en el suelo de el día anterior, y sus brazos rápidamente la tomaron.

-"Hey-! Sekido esto no es divertido! Déjame un poco más estar a solas!" El demonio dijo intentando resistirse al deseo de sus brazos de cortar su cabeza

-"Karaku?? Estás bi-?" Te sorprendiste al ver como cortó su propia cabeza, y esta se regeneró rápidamente

-"Nada genial fue eso!" Karaku se quejó viendo detrás de él, donde había caído su cabeza, la cuál también creo un cuerpo aparte

-"Qué es todo el alborlto que pasa aquí?" Dijo el otro demonio con ojos rojos en una mueca con disgusto "No puedes hacer bien tu simple trabajo!" Este contaba con una especie de bastón y lo alzó para golpearlo

-"Espera-! Espera!" Dijiste poniéndote frente a Karaku y alzando tus manos "Hey... Sekido?" Sonreiste ladeando la cabeza "No lo lastimes... por favor, ya se lastimó por mi..."

El demonio bajó el bastón en un gruñido para darse la vuelta y caminar a otro lado de la casa.

-"...Ese también...?" Preguntaste

-"Es tuyo? Si" Karaku asintió apoyando su mentón en tu hombro "Si no lo quieres puedes exiliarlo"

Suspiraste un poco cruzandote de brazos.

-"Cuántos son?"

-"Cinco!" El demonio sonrió alzando sus dedos "Pero claramente soy el mejor para una relación~"

No sabías qué reacción tener ante sus palabras.

En qué lio me metí yo solita...

Casada Con Demonios! - (Hantengu, Karaku, Urogi, Sekido, Aizetsu) x Lectora Where stories live. Discover now