Casada Con Demonios! - (Hantengu, Karaku, Urogi, Sekido, Aizetsu) x Lectora

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-"El pequeño Ureshi parece disfrutar mucho de la carne, y ya cuenta con dientes para comer... Humanos será lo único que pueda consumir?..." te preguntaste bañando al menor y viendo como el agua se teñia de rojo

Acababa de terminar de devorar a un humano junto a su padre y no podías dejarlo con aquella sangre esparcida en su cuerpo.

-"Debería intentar con alimentarte con comida... pero..." te apenaste un poco sujetando tu pecho el cual estaba hinchado "De todas formas mi cuerpo ha empezado a lactar... y no tomas ni un poquito"

Ureshi te miró riendo y jugando con las burbujas rojas del baño.

Terminaste de lavar al menor y cambiarlo para llevarlo contigo al patio.

Desde que descubriste que era inmune al sol, disfrutas recostarte en el cesped a su lado a gozar de los días soleados, te alegraba tanto que a él también le guste hacer esas cosas.

-"Ayuda a mami a recoger unas flores, si? Ya está por anochecer y es el mejor momento para encontrarlas" dijiste llevando la canasta con Ureshi dentro

Él se acomodó en esta bostezando.

-"Oh, ya tienes sueño? Aún no cenaste, papá no logró que duermas tu siesta?" Mencionaste en una risilla "Estoy segura de que papi se quedó dormido mientras tú jugabas~" pellizcaste suavemente su mejilla

Dejaste la canasta a un lado para empezar a recoger las flores y dejarlas en la misma. Ureshi no pudo evitar mirar con atención las mismas, hipnotizado por los colores de estas.

-"Ah-ah, no van a la boca cariño" mencionaste evitando que se coma una de flores "Esas son muy especiales, mamá puede hacer muchas cosas con flores, cuando seas mayor te enseñaré muchos trucos" acariciaste su mejilla

Observaste al bebé, que a pesar de tener solo unos días de vida ya parecía contar con al menos unos meses.

Te preocupaba el hecho de lo rápido que crecía y por eso intentabas disfrutar lo más posible a su lado, temiendo que llegue a envejecer y morir antes que tú.

-"No puedes dormirte, tienes que comer un poco~ mami te hizo unis vegetales para que pruebes, sabes que te despertarás a mitad de la noche con hambre si no comes ahora" dijiste al regresar a casa y sentarlo en la mesa

Le mostraste un puré y le ofreciste con cuidado, al principio se negó rotundamente a probarlo, pero cuando aceptó, te quitó la cuchara y comenzó a comer por su cuenta.

-"Ah... me alivia que al menos puedas comer esto también..." suspiraste ya más tranquila al descubrir esto

Nunca habías pensado en todas las sorpresas que ibas a tener con ese bebé, ya que era una experiencia completamente nueva para ti, y una que no podías comparae con cualquiera.

Los demonios que te acompañaban aprovechaban durante la noche para salir a cazar, a veces dejándote un rato a solas con Ureshi.

Lo recostaste en su cuna con cuidado, el pequeño ya completamente dormido y te dirigiste a tu cama, ya cambiada y lista para dormir.

Al recostarte, tuviste problemas al encontrar una posición cómoda para dormir, tus pechos estando demasiado sensibles.

-"Oh no..." te quejaste al sentir la humedad en tus ropas y suspiraste rendida "Debería intentar que Ureshi beba leche? Quizás deba guardarla e intentar darle al menos en vaso... es insoportable esto..." murmuraste cubriendo tu rostro con tus brazos

-"Puedo ayudar?"

Al escuchar una suave voz familiar, descubriste tu rostro para ver a Aizetsu recostado a tu lado.

-"Te ves incómoda... puedo ayudar en algo?" Volvió a preguntar