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Cuando los hombres se acercaron con intención de atacarlo, apenas en el primer paso sus cabezas volaron.

Te acercaste a la lápida y la acomodaste en su lugar enseguida.

-"A penas le hicieron un rasguño... que alivió..." suspiraste y viste la tierra removida "No, no..." empezaste a tapar de nuevo todo llevando la tierra con tus manos

Sekido te vio y se acercó para ayudarte con la tierra, tomando tus manos y alejandolas de la misma luego limpiarlas.

-"Te vas a lastimar las manos de esa forma, no lo hagas" murmuró cubriendo la tumba de nuevo con sus manos

-"Sekido... gracias..." murmuraste y suspiraste "No pensé que iban a hacer algo así..."

-"Ahí está el demonio! Hagan algo!" Una mujer gritó

-"Se va a comer a esa joven!" Otra dijo chillando

-"Destierren al demonio!!"

Varios hombres se acercaron con la intención de atacar.

Sujetaste la mano de Sekido algo preocupada.

-"No los mates...es demasiado..." le susurraste y negando "Son personas que conozco..."

-"No! Esperen un momento! Paren! Es (T/n)!!" Un joven dijo acercándose a ambos "Ella no puede ser comida por demonios..."

-"Es la hija del demonio! Ha traído otro más al pueblo!" Una mujer mencionó alterada

-"No! Dejenla en paz! Ella no ha hecho nada nunca!" Otro comentó

Empezó a surgir una discusión entre las mismas personas del pueblo.

Te aferraste preocupada al brazo del demonio, insistiendo en que debían irse.

-"Por favor! Dejen en paz a la chica! Dejenla hacer su vida!" Reconociste enseguida la voz de tu abuela

-"Haganse a un lado!" Un hombre dijo empujando a varias personas e incluso amenazandolas con la lanza que tenía

En un instante llegando a cortar levemente la palma de la mujer mayor.

En ese momento unas lágrimas cayeron se tus ojos, en el segundo en que cayeron sobre las prendas de Sekido, este hizo una expresión realmente molesta.

Simplemente de la angustia hundiste tu rostro en su hombro, sintiendo un mareo y terminando inconsciente en aquel instante.

Para cuando despertaste y recobraste la consciencia, te encontrabas recostada en una cama, en la pequeña casa de tu abuela, completamente confundida con la situación.

-"Fue un sueño?..." preguntaste en voz alta mirando a los lados

Te levantaste de tu lugar, algo abrumada por ahora el notorio bulto en tu vientre, notando que había pasado otro día.

Saliste con cuidado y te quedaste paralizada viendo la mitad del pueblo reducido a nada, cubriste tu boca aterrorizada por la vista del lugar donde creciste los primeros años de tu vida.

-"Cariño" te sobresaltaste al oír la voz de tu abuela y sentir como tocaba tu brazo "Tienes un esposo muy... peculiar" dijo abrazandote "Nos estamos yendo con los que quedamos a otro pueblo cercano para que nos reciban, del otro lado de la montaña, no podemos quedarnos aquí"

-"Qué?... Qué pasó? No entiendo nada..." sujetaste sus manos y la viste soltarse de ti sonriendote y alejándose

-"Debo irme... Pero puedes preguntarles a ellos" apuntó a otro sitio mientras se despedía "No estaré lejos, me encontraré incluso más cerca que antes... te esperaré cariño"

Te quedaste en silencio al ver como se marchaba a una carreta, la cuál rápidamente dejó el lugar.

Te dirigiste hacía la planicie que había quedado donde antes había casas, deteniendote en donde aún yacían la tumba de tus padres, una pequeña silueta sentada frente a estás.

-"Por qué te aferras tanto a un trozo de tierra?" El demonio preguntó sin mirarte aún

-"...Sekido?" Preguntaste curiosa al ver el pequeño cuerpo y te sentaste a su lado

Un rostro algo infantil volteó a verte con seriedad para corregirte.

-"Zohakuten"

Casada Con Demonios! - (Hantengu, Karaku, Urogi, Sekido, Aizetsu) x Lectora Where stories live. Discover now