Casada Con Demonios! - (Hantengu, Karaku, Urogi, Sekido, Aizetsu) x Lectora

BONUS!

*ESTE CAPÍTULO CONTIENE MUCHO SMUT*

-"Papá Hantengu se encuentra bien?" Zahori preguntó al demonio dandole una taza de té "Tiene sangre de humano, lo hice especial para usted" sonrió

-"Eres una niña tal dulce...!" Mencionó el demonio tomando la taza casi llorando

Los demonios habían decidido volver a unirse en lo que era su cuerpo original, permitiéndole al demonio algo de felicidad.

Zahori adoraba al hombre mayor, lo consideraba un padre amoroso.

Incluso los otros niños ya habían tenido contacto con él, todos eran muy amables con el demonio y siempre lo hacían llorar de alegría al hacer que se sienta tan amado.

-"Nos vemos luego papá Hantengu, iré a visitar el pueblo para busgar algunas cosas, volveré en unos días!" La muchacha comentó sonriendo mientras se retiraba

Pero la parte que más le gustaba al demonio de estar presente, era el amor que recibía de tu parte.

-"Zahori te preparó de nuevo ese té?" Dijiste en una risilla al ver al demonio y tomaste asiento a su lado "Mirate nada más, ya tienes lágrimas en tus ojos" secaste las mismas con cuidado

-"Es que es una niña muy dulce... No entiendo cómo puede quererme..." dijo sollozando

-"Todos te amamos~" dijiste riendo leve y besando su mejilla

-"Tampoco entiendo cómo es que me amas! Y puedes estar tan cerca mío sin asquearte!"

-"Mm? Porque eres mi esposo y te amo, es raro eso?" Sonreiste tomando sus manos

-"Pero mirame nada más...! Deberías estar de nuevo con mis clones! Ellos son mi apariencia de joven! Deberías-!"

Se llevó una gran sorpresa cuando te acercaste y depositaste un beso en sus labios para que dejara de hablar de esa dorma de sí mismo.

-"Eres tan lindo a tu forma, nos pones en un pedestal a mi y a los niños, y te rebajas tanto diciendo que no nos mereces y que no deberíamos amarte" reiste leve empujandolo al suelo suavemente, con tu mano en su pecho "Si no fuera por ti, porque te acercaste y decidiste decirme que me case contigo de una forma tan dulce, incluso siendo un demonio, no estaríamos aquí... Y creo que no te lo he compensado lo suficiente a tu cuerpo original"

Lágrimas se empezaron caer de sus ojos al oirte decir aquellas palabras.

-"Eres... tan dulce para mi..." mencionó extendiendo sus manos temblorosas a tus mejillas y acariciandolas

Le dedicaste una sonrisa mientras te colocaste sobre él con cuidado, besando su palma repetidas veces.

-"Qué estás... Qué estás haciendo..." empezó a preguntar cuando vio como tu kimono se iba deslizando por tu cuerpo reveleando tu piel

-"No quieres uno? Un hijo tuyo? Un pequeño bebé que sea completamente parte de ti?" Reiste leve llevando tu mano entre su ropa, haciendola a un lado y dejando al descubierto sus piernas para palmear en medio de ellas

-"Eh... Ah...Ah?... Me darías... Me darías un niño a mi también?..." dijo temblando entre pequeños jadeos entre placer y nervios

-"Por supuesto que si, también eres mi esposo... Te lo mereces~" reiste leve para acercarte y besar sus labios

Él simplemente quedó temblando bajo tu cuerpo y por tu tacto, permitiéndote hacer lo que te plazca con su ser.

Nunca había imaginado que una mujer tan hermosa podría llegar a amarlo incluso de aquella forma, al verte sobre él utilizandolo para tu propio placer sin importante su apariencia lo hacía llorar.