¡ 𝟐𝟕 !

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¡ CHANGES !chapter twenty seven

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¡ CHANGES !
chapter twenty seven




















-Venga Jenny, no puedes estar asi toda tu vida- dijo Lucy sentándose en la cama.

Jenny había estado tres días sin comer o salir de su cama, ni siquiera se había presentado al estudio durante esos días y Richards preocupado la llamó aquella mañana.

Por suerte entendió lo sucedido y le recomendó descansar y tomarse un tiempo para ella, porque lo necesitaba.

-Lucy, solo déjame en paz- se removió bajo las sábanas.

-Eso ni hablar, se acabó el estar llorando- dio un brinco para levantarse rápidamente de la cómoda cama- hoy vamos a salir de fiesta.

-Ni de coña- sacó su cabeza de las mantas- yo me quedo en mi casa.

-Paso a buscarte a las nueve, como no estés preparada tendrás problemas conmigo- la amenazó señalándola con el dedo índice para luego salir de la habitación.

Ella soltó un largo y pesado suspiro; no estaba segura de si su amiga iba en serio pero tampoco lo iba a comprobar.

Estiró su brazo perezosamente para coger su teléfono. Tenía una llamada perdida de Bill.

Este trataba de comunicarse con ella todos los días para asegurarse de que estab bien.

Más tarde lo llamaría.

Eran las cinco de la tarde, dejó caer el aparato al suelo, dejando otro suspiro salir de su boca.

Debería empezar a prepararse o no le daría tiempo antes de que llegara de nuevo Lucy.

Se metió al baño para tomar una ducha y quitarse el malestar.

Decidió por ponerse una falda blanca y una top dimitió a conjunto con la parte de abajo. Por encima de los hombros un especie de chaqueta que solo cubría sus brazos. Unos tacones blancos altos hacían resaltar sus bronceadas piernas.

En su cabello se hizo una ondas californianas.

Mientras daba los últimos retoques a su maquillaje escucho el timbre, ya eran las nueve.

Cogió su bolso y echó un vistazo a su teléfono, recibió un par de mensajes de los chicos de la banda pero ninguno era de Tom.

Bajo las escaleras para encontrarse con su amiga deslumbrando con un vestido corto negro y unos bellos tacones del mismo color

-¡Dios mio, estas hermosa!- exclamo Lucy- pensaba que seguías en la cama.

𝐂𝐇𝐀𝐍𝐆𝐄𝐒 ; Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora