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¡ CHANGES ! chapter thirty six
La cantante trataba de soltarte del agarre del chico. Habían pasado toda la mañana juntos, pero ya era hora de irse. Tenía que asistir al estudio porque recibió una llamada de su manager. A todo esto, al parecer, el pelinegro había salido dejándolos a los dos chicos solos en el apartamento.
-Por favor, me tengo que ir- suplicó tratando de quitarse el brazo que rodeaba su cintura.
-No te vayas- la abrazo aún más impidiendo que se dirigiera a la salida.
Lo empalagoso que estaba el guitarrista era realmente adorable para la chica. Lo había visto así únicamente la semana que estuvieron bien después de aquel beso que dieron después del concierto. Le encantaba sentir tan cerca su cuerpo a cada minuto, pero si no se lo quitaba de encima llegaría tarde.
-Tom, me está esperando el taxi cielo- se giro sobre sus pies para acariciar con sus dos manos, las mejillas del chico, sonriendo dulcemente para tratar que soltara su cuerpo. Éste inmediatamente dejó un beso sobre los labios rojos de la rubia.
-Déjame, por lo menos llevarte en mi coche-dijo en un susurro al separase. Esta lo miró a los ojos, incrédula por la insistencia que tenía el chico en permanecer al lado suya.
-Esta bien- acabó aceptando consiguiendo que el guitarrista sonriera ampliamente. Rápidamente se dirigió a su habitación para coger las llaves de su coche, mientras que la cantante esperaba en la cocina. Segundos después, apareció por el pasillo, mirándola a los ojos aún con su sonrisa.
Salieron del edificio en busca del coche del chicos de trenzas. Una vez lo encontraron tomaron rumbo al lugar.
-¿Anoche, tuviste que venir caminando?- preguntó al acordarse que el precioso Audi de la cantante seguía todavía en Nueva York.
-Si, para que veas lo que tengo que hacer- bromeó. La verdad no se arrepiente de haber caminado durante treinta largos minutos a las dos de la madrugada. Al principio parecía una locura pero se acabó convirtiéndose en algo muy bueno para ella.
-De verdad que lo siento- recibir aquellas disculpas significaron mucho para Jennifer- no se en que estaba pensado al hacer eso... me asustaba... me asustaba pensar que te perdía- su voz era entristecida y muy bajita. Sus manos se apretaron fuertemente al volante como si quisiera partirlo en dos. Jennifer puso una mano en la pierna del chico y la apretó ligeramente.
Cuando el chico giro su cabeza su mirada se conectó con esos ojos brillantes que transmitían paz y tranquilidad.
-Tom, nunca me vas a perder- hizo una pausa sonriéndole- pase lo que pase siempre estaré a tu lado, aunque me saques de quicio o tenga ganas de pegarte- ambos se rieron por el comentario que hizo la cantante. Tom devolvió la mirada a la carretera más relajado que antes y con un ligero rojo sobre sus mejillas.
