Capítulo 1

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Capítulo 1: ¿Cómo fue el primer concierto?

Salí del estudio todo lo rápido que pude en cuanto me dieron la noticia. Quería invitar a Alba a comer, aunque si estaba trabajando tendría que ir primero a por la comida y comer con ella en su despacho.

Compré un par de hamburguesas veganas y me dirigí, con una sonrisa, hacia el estudio que había alquilado hacía poco, pues el otro se le había quedado pequeño después de ampliar la plantilla de trabajadores. Desde que me había mudado con ella y sus hijos, había reducido sus horas de trabajo para poder pasar más tiempo en casa, y entre lo que ganaba ella y lo que ganaba yo, nos daba para vivir.

-¡Nat!- Se alegró en cuanto me vio.- ¿Qué haces aquí? Ya sabes que los miércoles salgo más tarde.

-Tengo una noticia que darte.- Le extendí la bolsa.- Así que, como te conozco y sé que nunca te acuerdas de comer, me paso por aquí para que lo hagas y de paso contártelo.

-Uy, con esa sonrisilla que me llevas, algo muy bueno tiene que ser.

-Pues...- Me senté frente a ella, empezando a sacar las hamburguesas con sus respectivas patatas.- Resulta que en un mes saco disco, Alba.

-¿Estás de coña?- Abrió mucho los ojos, mirándome realmente sorprendida.- ¡Eres una cerda! ¡No me habías dicho nada!

- Es que era sorpresa, Albi.- Le respondí con obviedad.- Para cuando haga un año desde que me mudé con vosotros.- Me encogí de hombros, quitándole importancia.- Te he escrito el disco a ti.

-¿En serio?- Musitó, agachando la cabeza al ruborizarse.

-Y tan en serio.- Me mordí el labio para intentar dejar de sonreír tanto.

Fueron cuatro meses desde ese día los que tuve que esperar para subirme, por primera vez, a un escenario desde el que me vería un número considerable de personas. Saqué mi primer single "cuestión de suerte", y desde ahí, mi carrera musical solo ascendió más y más.

Recuerdo que la noche de antes era incapaz de dormir, por lo que me quedé hasta altas horas de la madrugada en mi estudio, intentando componer algo. Alba terminó levantándose para venir a por mí, pues aunque podía dormir hasta tarde por ser el concierto en la ciudad donde vivía, había que tener en cuenta los ensayos previos.

-Natalia, son las tres de la madrugada.- Me informó tras haber cerrado la puerta para no despertar a los pequeños.- Deberías venirte ya a la cama.- Vi cómo se frotaba los ojos con las manos hechas un puño. No pude evitar sonreír.

-Enseguida voy, Albi.- Le respondí con dulzura.

-Es que no puedo seguir durmiendo.- Me miró con el ceño fruncido esta vez.- Te has ido y cuando me he despertado he empezado a dar vueltas.- Se quejó. Tuve que sonreír de nuevo.

-Anda, vamos, enana.- Me acerqué a ella, abrazándola por la cintura y levantándola en brazos sin pensarlo demasiado.

-Es que te has ido.- Me repitió una vez más.- Y eso no puede ser, Nat.- Reprochó una vez la dejé en la cama.- Porque entonces yo me despierto y no estás.

-¿Y qué pasa si no estoy, Albi?- Solté una risilla ante el tono de niña pequeña que estaba poniendo.

-Que no me gusta. Ya me he acostumbrado a ti.- Se abrazó a mí, quedándose dormida a los pocos segundos.

Yo tardé un poco más en conseguir dormirme. Estaba nerviosa por lo que sucedería al día siguiente. Por subirme a un escenario delante de tanta gente que esperaban un buen espectáculo. Por no defraudarles. Por no defraudarme a mí misma con aquella experiencia. Tenía muchas expectativas en aquel concierto, y me daba miedo no cumplirlas todas.

Será que llega el otoño.//Albaliaحيث تعيش القصص. اكتشف الآن