Parte 14- La Promesa

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NARRA PEDRI

Nada mas verla, corrí hasta su cama y cogí su rostro entre mis manos dándole un rápido beso en los labios, fue lo primero que salió y no me importó que Gavi estuviera delante. Me recorrió una gran sensación de alivio al ver que estaba bien y despierta.

-Te voy a matar de verdad, como se te ocurre operarte y no llamarme para avisarme- la regañé, pero ella no dijo nada, me miró divertida y soltó una risita como una niña pequeña.

-¿Te he dicho alguna vez lo bueno que estas?- dijo riendo a la vez que estiraba la mano para acariciar mi mejilla.

Abrí mucho los ojos, no sabía si había entendido bien o mal sus palabras. Me esperaba que me rebatiera como de costumbre, pero cuando Gavi soltó una amplia carcajada, fui consciente de que lo que acababa de decir era real.

-Alex.. no me cambies de tema.. sigo cabreado.. -empecé yo aunque no podía evitar sentirme halagado por lo que acababa de decir.

Movió la mano no dejándome acabar.

-Pero es que estas muy bueno, con esos labios y ese cuerpo té hacia de todo- siguió ella tan normal como si nada.

Esta vez sí que no supe que decir, y Gavi siguió riéndose. Alex apartó la mirada de mi, para observar a Gavi, parecía que no había reparado en el hasta ese momento.

-Tu también me gustas eh- dijo señalando a Gavi- también estas muy bueno. Y eso sí que me molestó, una sensación de inseguridad me recorrió el cuerpo y más aun cuando Gavi fue hasta ella y besó su frente.

-Tu también estas muy buena bombón- dijo riendo y ella aprovechó para enganchar sus brazos a su cuello y besar su mejilla. Menos mal que solo fue eso, porque si llega a rozar sus labios no se cómo hubiera respondido.

-Venga ya- dije yo quejándome mientras los apartaba de un manotazo- ¿Pero a ti qué te pasa?- le recriminé a Alex alzando un poco el tono de voz, pero me arrepentí al instante al ver cómo cerraba sus ojitos asustada, pero eso duró poco, porque tardó poco en reír de nuevo.

-Vamos no te pongas celoso- empezó ella de nuevo agarrándome por el mentón y llevándome directa hasta sus labios, me besó, si y con lengua incluida, pero no fue como el beso de la otra noche - tú me gustas de verdad, eres mi preferido, pero tu no quieres mas conmigo, solo estas aquí porque te doy pena...- terminó separándome un poco de ella algo tristona.

-Alex... dije a escasos centímetros de sus labios, ¿Cómo puedes pensar eso?- le devolví el beso enérgicamente bajo los atentos ojos de mi amigo que miraba la escena sin entender nada- yo no beso así por pena - recalqué y ella acaricio mi nuca con sus uñas provocando que mi piel se erizara y mis pulsaciones aumentaran. Quiso volver a besarme, y aunque me costó no hacerlo, pensé que era suficiente y que algo raro estaba pasando. Mi Alex no era tan directa, si se había muerto de la vergüenza por besar la comisura de mis labios la noche anterior.- ¿Estas bien Alex?

Pero antes de que pudiera responderme, entró el enfermero.

-¡Guapo!- chilló al verlo entrar ignorando mi pregunta. Me separó de ella, para luego volver a agarrarme por el brazo y acercarme de nuevo, me sentía como un muñeco- pero tú sigues siendo mi preferido eh, mi canario- señaló a Gavi- y tu también sevillano buenorro.

-¿Qué cojones Alex?- dije sin entender nada tocándome el pelo nervioso.

El enfermero rió bastante al ver mi reacción y yo lo miré mal apretando la mandíbula, no me gustaba que Alex se fijara en otros, estaba celoso un sentimiento nuevo en mí, que jamás había experimentado con ninguna otra chica con la que había estado.

Pequeña Casualidad | Pedri Part. I y IIWo Geschichten leben. Entdecke jetzt