Pequeña Casualidad | Pedri Part. I y II

Parte 3- Nuestro Pedro

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NARRA ALEX

Aun estaba algo aturdida por lo que estaba pasando a mi alrededor. Me dolía todo el cuerpo y me sentía super débil, pero cuando me propusieron bajar a planta y estar con mi familia ni si quiera lo dudé.

Mi estado anímico tampoco era el mejor, y ahora más que nunca necesitaba a mi familia. Recordaba pequeñas cosas del parto.. hasta que en un momento todo se volvió negro, y cuando desperté me asusté al no tener a Pedri a mi lado.

-Ha pasado buena noche, las analíticas han salido bien.. anemia controlada y está fuera de peligro por lo que es mejor que este ya por aquí- escuché como decía la enfermera que me bajó a planta-Pero está aún muy sedada y debe descansar, nada de esfuerzos ni movimientos raros.. sigue estando delicada.

Abrí ligeramente los ojos para ver la carita de Pedri mirarme incrédulo.

-Te dije que me iba a poner bien..- balbuceé estirando el brazo para rozar su mejilla.

- Amor mío- Pedri bajó a dejar un beso sobre mis labios, cuando noté otra mano acariciar mi brazo.

-¿Alex cómo estas?- me preguntó Fer a media voz. Tenía ojeras, por lo que supuse que no se había separado del lado de Pedri desde el parto, y lo agradecí. No quería que estuviera solo en ningún momento.

-Un poco dolorida Fer-admití- pero sobreviviré. ¿Tu cómo estás?- busqué su mano y le di un apretón.

-Ahora que estas de vuelta con nosotros bien. Nos has dado un buen susto..hermanita- bajó y besó mi frente con cariño y yo sonreí instintivamente al escucharlo llamarme así, porque Fer para mi era un hermano, aunque nunca se lo había dicho, había sido más hermano para mi que el propio Vincent.

Aunque me moría de ganas de conocer a mi hijo, mis ojos me pasaban mucho, y estaba reventada de la conversación que mantuve con ellos dos, por lo que ni si quiera me di cuenta que me había quedado dormida de nuevo, hasta que noté unos labios en mi frente.

-Buenos días dormilona -Pedri besó mi frente con cariño- te han traído algo de comer..

Miré de reojo la bandeja que descansaba sobre la mesa de noche. Había un bol con algún tipo de crema o puré. Comida de enferma.. la que menos me gustaba.

-No me apetece- bostecé moviendo la mano. No había metido nada solido en mi cuerpo desde el parto y solo pensar en esa clase de comida se me removían las tripas.

-Ya te traeré algo yo que te apetezca - ideó Fer separando la bandeja de mi lado bajo la mirada inquisitiva de Pedri, que no estaba de acuerdo con que no quisiera comer nada.

-¿Cómo en los viejos tiempos?- le pregunté a Fer recordando como la primera vez que estuve ingresada en el hospital Fer se encargó de alimentarme a diario con todo tipo de platos diferentes.

-Ahora es mejor.. porque ya te conozco bien- dijo con superioridad - y voy a acertar con lo que traiga...

-Bueno, creo que ya es hora- susurró muy suave Pedri cortando nuestra conversación-Te voy a presentar a alguien que tenía muchas ganas de conocerte- Pedri trajo un pequeño bultito cubierto por una manta, nuestro bebe, mi hijo, y lo colocó en mis brazos con cuidado- Pedro.. te presento a mami, Mami te presento a Pedro.

Sonreí inconscientemente al escuchar a Pedri llamarlo así.

-¿Pedro?- pregunté incapaz de dejar de mirarlo.

-Tiene cara de Pedro- admitió Fer desde atrás.

-Además Era lo que tu querías ¿no? pensé que te haría ilusión..-balbuceó Pedri inseguro. Y claro que era lo que quería, le había insistido tanto con eso.. que no podía creerme que lo hubiera aceptado por mi.