Capítulo 6: En la cumbre de la felicidad.

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Mina no podía olvidar la causa de su presente, solo por el hecho de no agradarles a sus compañeros de equipo. A pesar de esto, podía atribuir algo positivo ante las circunstancias adversas.

Uno de sus compañeros la aceptaba.

—Sigueme, te mostraré algo...—Damien le pidió, disponiéndose a mostrarle algo interesante a la chica.

Mina optó por seguirle, mientras lo acompañaba a lo largo del pasillo tras bastidores. Según se iban a adentrando, los cánticos eufóricos del público se podían escuchar con mayor claridad. Mina sintió el mejor escalofrío. Ni siquiera era producido por el simple roce del frío. Involucraba toda una ráfagas de gritos, sonrisas y alegría que llovía a lo largo de todo el coliseo.

Ahora, Mina se encontraba justo en medio de todo una muchedumbre trabajando en conjunto para brindarle el mejor espectáculo de entretenimiento al público.

Algunas superestrellas de encontraban cerca, preparándose para sus entradas o apariciones.

Damian retiró con cuidado uno de los telones que cubrían la entrada en dirección a la rampa, mostrándole a Shin Mina el alma del entretenimiento deportivo.

El público.

—Te da la sensación de ser uno con el universo.—Damien susurró, mientras deslizaba su vista ante gozando de la multitud.

El privilegio de poder presenciar la pasión del público le daba a Mina la sensación de estar viva. Era un estado de éxtasis; la cumbre de la felicidad. Observar a todas esas personas era como estar en la cima del mundo.

—Creo que la cifra asciende a 30,000 asistentes. Es algo histórico para SmackDown.—Damian comentó, evocando alegría y admiración.

—Es casi psicodélico...—Mina habló en un tono suave.

Repentinamente, Mina escuchó un sonido familiar proveniente de uno de las pantallas disponibles en el área. Podría recordar esas líneas en cualquier momento.

Era su promo.

Estaba siendo transmitida en vivo ante el universo de WWE.

Mina se acercó a observar. Era capaz de leerse poco a poco con enorme placer. Los gráficos eran impresionantes, al igual que los efectos de sonido. Su lenguaje coincidía con cada expresión. Ni una sola sílaba estaba libre de dominio y euforia.

Podía eschuchar al público gritar en la arena.

Damian por otro lado permaneció anonadado a lo largo de la transmisión.

“Diablos, ella es realmente buena en esto.” Pensó en ese instante.

Irradiaba una fuerza vital; una luz propia en la que su imagen comenzaba a ponerle rostro a las intenciones maquiavélicas del stable.

Mina era capaz de cautivar al espectador en una promoción corta, pero atrapante. Dejaba al público con deseos de querer más.

Damian dirigió su atención a la chica, quien permanecía de pies junto a la pantalla con alegría en profusió. Tenía un semblante sereno pero a la vez complacido.

—Eso fue fantástico.—Damian agregó suavemente.

Mina lo observó, con un gesto de agradecimiento. Se obligaba a controlar el nerviosismo en su estómago.

—Gracias, Priest.—Mina respondió, escudando todos sus deseos de gritar y saltar de la felicidad.

Consiente de la riña insana que había en su mismo equipo, Damien supo en ese momento que debía proteger y respaldar a Shin Mina, como lo haría con cualquiera de sus miembros.

The Juror.©Where stories live. Discover now