Capitulo 28: La Carta

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Una vez dentro del bastidor, el personal médico trabajó frenéticamente para estabilizar a Mina. Rhea, con el corazón latiendo desbocado, intentó contener las lágrimas que amenazaban con derramarse. No podía permitir que Mina la viera así, afectada y dolida.

En el momento en que Mina entró, fue asistida por el personal médico rápidamente, quienes la sentaron en un sillón de ruedas con urgencia.

—Mina, ¿Cómo te sientes?—Rhea se acercó, con el temor palpable en su voz, mientras intentaba entablar contacto con Mina.

Sostuvo su mano por breves segundos, antes de que ésta fuera separada de la de Mina con un gesto firme por parte del personal médico.

—Estoy bien, tranquila...—Mina respondió, acariciando la mano de Rhea, intentando transmitirle confianza.

En ese momento, el personal médico que la escoltaba trató de alejarla del lugar con premura, negando el acceso a Rhea.

—Rhea, necesitamos llevarla al área médica para evaluarla. Por ahora, debes permanecer afuera. ¡Rápido!—Uno de los asistentes detuvo a Rhea con firmeza.

Mina levantó la mirada, con una expresión de angustia en su rostro, mientras se encontraba con la mirada preocupada de Rhea. El personal de trabajo no le permitió la entrada al área clínica, a pesar de su súplica.

—Rhea, no te preocupes por mí, estaré bien. Ve a prepararte para tu segmento.—Dijo Mina, intentando tranquilizar a su compañera, aunque su voz temblaba débilmente.

Rhea asintió con la cabeza, sintiendo un nudo en la garganta. Sabía que tenía que confiar en el personal médico para que cuidaran a Mina, pero le costaba dejarla sola en esa situación tan crítica.

—Regresaré para estar contigo.—Dijo Rhea, tratando de mantener la compostura, pero con la voz entrecortada por la preocupación.

Mina asintió, tratando de sonreír a pesar de la preocupación que veía reflejada en el rostro de su amiga. Rhea se despidió y salió del área clínica, con el corazón apretado por la angustia. Sabía que estaría esperando noticias de Mina con ansias, deseando con toda su alma que estuviera bien.

Al cabo de una hora, finalmente el doctor en turno la pasar al lugar.

Mina se encontraba sentada sobre una camilla. Tenía un vendaje especial en la pierna derecha. Él área del pie estaba hinchada y a un lado, se encontraban un par de muletas.

El médico en turno se retiró del lugar, dándole un espacio a Shin Mina y a sus compañera.

Mina se encontraba sentada sobre una camilla. Tenía un vendaje especial en la pierna derecha. Él área del pie estaba hinchada y a un lado, se encontraban un par de muletas.

El médico en turno se retiró del lugar, dándole un espacio a Shin Mina y a sus compañeros.

—¿Qué pasó?—Rhea le preguntó, esperando muy malas noticias.

—Tuve un desgarre muscular en la tibia, grado 2. Preguntame si entendí algo de lo que me explicó el doctor...—Mina soltó una risa por lo bajo, pero sus ojos reflejaban desesperación.

Rhea tomó asiento junto a Mina, mientras intentaba, de alguna forma, brindarle consuelo ante su lesión.

—El tiempo de recuperación aproximado es de cuatro a seis semanas fuera.—Mina habló con desánimo y con un dejo de frustración.—Esto es una mierda.

—Mina, el tiempo pasará rápido...—Rhea expresó, con preocupación y determinación a la vez.

En ese momento, la frustración era evidente en Mina. Comenzaba a evaluar la posible de dejar todo atrás en ese momento. Nada había sido fácil durante su trayecto hasta su lucha debut.

The Juror.©Where stories live. Discover now