Capitulo 30: Sanación.

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Mina optó por elegir una pelicula para distraerse antes de dormir. Necesitaba sacar de sus pensamientos a Damian y la forma en la que ambos habían tomado caminos separados. Parecía surreal la forma en la que Priest optó por alejarse ante el primer problema en que se les presentó.

Mina colocó sus muletas a un lado y se dejó caer en el sofá con una mirada perdida en la pantalla de la televisión. La película "La La Land" se desenvolvía frente a ella, pero no lograba conmoverla. Sus pensamientos estaban en otro lado, en un lugar oscuro y triste. A pesar de la pena que sentía por dentro, no derramó ni una sola lágrima.

Era como si una capa de hielo hubiera envuelto su corazón, congelando cualquier emoción. La tristeza y el dolor estaban presentes, pero Mina se había acostumbrado a encerrar sus sentimientos, como si el acto de llorar fuera una debilidad que debía evitar a toda costa.

Apretó los puños con fuerza, tratando de reprimir el nudo en su garganta. Quería gritar, dejar escapar todo lo que llevaba dentro, pero algo le impedía hacerlo. Se sentía atrapada en su propio dolor, sin encontrar una manera de liberarse.

La película continuaba su melodía en la pantalla, pero para Mina era como si estuviera en otro mundo. Su rostro reflejaba la tristeza que llevaba dentro, una tristeza que no podía liberar, ni siquiera a través de las lágrimas. Aunque su mente anhelaba un desahogo emocional, Mina permaneció inmóvil, presa de su propia tormenta interna.

En ese momento, Rhea salió del baño y prosiguió a sentarse junto a ella en el pequeño sillón de la habitación.

—¿Te vas a desvelar?—Rhea preguntó, mientras observaba a Mina, quien se encontraba inmersa en sus pensamientos.—Debes madrugar para tomar tu vuelo a Florida.—Rhea le recordó, exhortandola a descansar.

—Necesito despejar mi mente un poco, antes de conciliar el sueño.—Mina suspiró, mientras pausaba la película.

—¿Pudiste hablar con Damian? Prácticamente, desapareció del coliseo. No hizo una aparición televisiva con el resto del grupo. La administración ni siquiera nos avisó del cambio.—Rhea habló, narrando lo ocurrido durante la jornada de trabajo.

Mina hizo una breve pausa, tomando el valor de relatarle a Rhea el incómodo momento que había tenido junto con él.

—Él terminó conmigo.—Mina se pronunció.—Fue suspendido más temprano por pelearse fuertemente con Finn. La administración lo suspendió y él... No sé que pasó, Rhea; no sé porque, pero decidió que después de todo, terminar sería lo mejor para los dos.—Describió Mina, con la mirada perdida.

Rhea la detuvo de forma casi automática al escuchar sus palabras. Luego de escuchar la noticia, se sorprendió al principio. No esperaba que las cosas llegaran a ese extremo entre Mina y Damian.

—Esto no tiene ningún puto sentido, Mina... Una cosa no tiene que ver con la otra.—Expresó Rhea, totalmente desalmada.

A medida que Mina compartía más detalles, la sorpresa dio paso a la molestia. No podía creer que Damian hubiera tomado la decisión de terminar la relación de esa manera, sin siquiera considerar los sentimientos de Mina.

—Trato de entenderlo y de asimilarlo. Pero, él solo me dijo que necesitaba tiempo.—Mina suspiró, mientras pensaba en las posibles razones de tu ruptura.—Ahora, en medio de esta maldita lesión ... Me dejó.

Sentía una oleada de enojo por la situación y por la falta de consideración de Damian. Rhea sabía que Mina merecía algo mejor, y aquello le irritaba en lo más profundo de su ser. Priest se había esfumado en un momento muy difícil para Mina, quien se encontraba lesionada.

A pesar de su molestia, trató de contenerse lo más que pudo.

—Yo no te voy a dejar.—Rhea le prometió.

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⏰ Last updated: Feb 01 ⏰

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The Juror.©Where stories live. Discover now